¿Qué es Lo Más Valioso?

¿Qué es Lo Más Valioso?

Una leyenda judía dice que dos hermanos estaban compartiendo un campo y un molino. Cada noche dividían el producto del grano que habían molido juntos durante el día. Un hermano vivía solo y el otro se había casado, y tenía una familia grande. Un día el hermano soltero pensó: “No es justo que dividamos el grano de manera equitativa, yo sólo tengo que cuidarme a mí mismo, pero mi hermano tiene niños que alimentar”. Así que cada noche, secretamente, llevaba algo de su harina a la bodega de su hermano.

A simple vista, se ve como algo justo, que el hermano soltero piense en el que está casado y con hijos; pues los gastos de alguien con una familia son enormes, en mi país decimos: “No hay plata que alcance”, hay que pagar la escuela de cada uno, los alimentos, el micro escolar en algunos casos, los útiles, la ropa, etc. El corazón de ese hermano soltero era realmente muy generoso, porque no suele ser así con los hermanos solteros, pues ellos tienen sus propios gastos y necesitan su dinero para sus proyectos personales y eso está bien.

En la historia bíblica en cuanto a hermanos se refiere, hay de todo: tenemos a Caín y Abel, donde vemos una trágica historia, pues el hermano mayor mata al menor por envidia. También tenemos a Jacob y Esaú, cuya madre en lugar de fomentar los vínculos de amistad entre ellos,  tuvo tal preferencia por uno de ellos, que se tuvieron que apartar el uno del otro. También están Marta y María, una amante de los quehaceres domésticos y la otra seguramente más dedicada  a la reflexión y a la meditación de las cosas de la vida. Y en estos tres ejemplos de parejas de hermanos; no hubo afinidad entre ellos. Conozco mucha gente que tuvo o tiene esa situación en su vida.

En mi país tenemos dentro de la literatura gauchesca, una obra magnífica conocida como “El Martín Fierro”; uno de sus versos muy famosos dice: “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”. Y esto es aplicable, no sólo a la relación filial entre hermanos, sino también en relación a un pueblo, y aún entre los hermanos de una comunidad cristiana.

Recuerdo la historia de una señora muy conocida en el ambiente cristiano, llamada Corrie Ten Boom, que tuvo una hermana llamada Betsie. Ambas tenían un carácter completamente diferente. Corrie era más impulsiva, y decidida para tomar la iniciativa en todo. En cambio Betsie era más pasiva y templada. La cuestión es que cuando ambas estuvieron en  un campo de concentración en  Ravensbruck, Alemania, donde padecieron todo tipo de crueldad, vejación y sufrimiento. Betsie mostró quién era ella realmente, detrás de su frágil apariencia, había una mujer fuerte, muy fuerte, que aprovechaba toda situación para sacarle provecho, cuenta la historia que una vez, todas las presas estaban llenas de piojos, y que mientras Corrie estaba molesta, Betsie le dijo “Corrie no estés molesta por estos piojos, sino que da gracias por ellos, porque gracias a ellos las celadoras no entran al pabellón y nosotras podemos predicar a Jesús”. En otra oportunidad cuando una encargada le pegó a Betsie y Corrie se acercaba para ayudarla y seguramente para pegarle a la guardia cárcel, Betsie le dijo: “No te enojes con ella, perdónala, porque a Jesús lo golpearon antes, por nosotras”. Betsie veía la mano de Dios, aún en las situaciones más contradictorias y siempre estaba animándola a Corrie.  Su último deseo fue que su hermana Corrie llevara la Palabra y todas esas experiencias que juntas vivieron, las compartiera a toda la gente que pudiera, para que de esa forma todos conocieran el mensaje de salvación.

Eran dos mujeres, dos hermanas unidas por el amor de Dios, que decidieron transformar el dolor que las unió en la vida, en una fuente de bendición que salte para vida eterna; sanando el dolor de los corazones rotos por la guerra, con el poder de Dios. ¡Qué hermoso ejemplo el de estas hermanas! En el campo de concentración, fueron maltratadas de todas las formas, pero allí conocieron a muchas otras mujeres que recibieron la Palabra de Dios.

¿Qué es entonces lo más valioso en la vida, lo que hace que todo lo que hagamos tenga un verdadero sentido? La respuesta está en el final de la historia que les compartí al principio, que concluye de la siguiente manera:

Pero el hermano casado pensaba en la situación de su hermano soltero y decía: “No está bien que dividamos el grano equitativamente, porque yo tengo hijos que me proveerán cuando ya esté anciano, pero mi hermano no tiene a nadie, ¿qué hará cuando esté viejo?” Así que también cada noche llevaba secretamente parte de su harina y la ponía en la bodega de su hermano. Lógicamente, cada mañana ambos hermanos encontraban sus provisiones de harina, misteriosamente, con la misma cantidad. Hasta que una noche se encontraron en medio del camino entre sus casas, y se dieron cuenta de que lo más valioso que tenían era su amor el uno por el otro.

Cada vez que soltemos el poder del amor alguien podrá lastimarnos. Cada vez que decidamos amar, podrán herirnos, traicionarnos o dejar una marca en nuestra vida.

Pero si te atreves a amar a pesar del riesgo, estarás soltando poder de Dios; porque el amor es el camino más excelente, pues si no tengo amor, nada soy.

Autora: Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: