Esfuérzate y sé valiente – Devocionales Cristianos

ESFUÉRZATE Y SÉ VALIENTE

Cita Bíblica: Josué 1:9

Por favor cambia tu mente a la forma de la de un niño, para que puedas entender la Palabra que Dios tiene para ti hoy.

Hay ocasiones en nuestras vidas en que no sabemos que camino elegir, estamos confundidos porque tenemos que tomar una decisión muy importante o porque las cosas no están saliendo como esperaríamos que salieran; nos sentimos ansiosos porque vemos como otras personas van encontrando su pareja y nosotros aún no, nos sentimos confundidos porque tenemos que tomar la decisión de si debemos renunciar a nuestra empresa o no, nos sentimos preocupados por buscar nuevas formas para que nuestro negocio pueda obtener mejores utilidades; en fin, constantemente estamos pensando en algo que nos preocupa.

La Biblia nos habla acerca de alguien que estaba en nuestra misma situación; su nombre es Josué hijo de Nun. Moisés había muerto y Dios había llamado a Josué para que fuera quien llevara al pueblo de Israel a la conquista de la tierra prometida. En tiempos de Moisés el mar rojo se abrió en dos, una nube los guiaba de día y una columna de fuego de noche, brotaba agua de la peña y pasaban cosas extraordinarias; además, Moisés tuvo que liderar a un pueblo infiel que con mucha frecuencia olvidaba las maravillas de Dios y servía a otros dioses. Imaginen a Josué y a todo el peso de responsabilidad recayendo sobre él, imaginen tener que ser el remplazante de un hombre como Moisés, imaginen tener que combatir pueblos de gigantes y tener que invadir ciudades amuralladas. ¡Josué estaba atemorizado e intranquilo! De hecho, cualquiera de nosotros en su lugar lo estaría. Es en este contexto en el cual Dios se presenta a este hombre, confundido y atemorizado, y le da una palabra de gran aliento en un momento de necesidad, esta palabra ha sido muy especial para mí y espero que la puedan guardar en su corazón, así cuando se sientan solos, confundidos, atemorizados o indecisos tendrán la seguridad que hay alguien más grande que está cuidando sus pasos:

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

Dios le dice a Josué tres veces “Esfuérzate y sé valiente” durante todo el pasaje. Esforzarnos es cobrar fuerzas de donde no tenemos, es dar lo mejor de nosotros mismos y no dejar decaer nuestro ánimo. Cuando vemos algún partido de fútbol o algún deporte nos encontramos con atletas que se esfuerzan por alcanzar una meta. (Ganar un partido, llegar primero a la meta, sacar mejor puntuación) Ellos dan lo mejor de sí mismos para alcanzar esa meta y aunque a veces el cuerpo no quiera y la mente ponga dudas, ellos siguen adelante y no se dan por vencidos hasta alcanzar aquello que han venido a buscar. De igual manera nosotros debemos esforzarnos, aunque hayan pensamientos que quieran hacernos renunciar no podemos darnos por vencidos, debemos seguir adelante y no rendirnos jamás hasta alcanzar aquello que Dios nos ha mandado a hacer.

Un soldado no piensa en sí mismo cuando va a pelear, no le importa morir en el campo de batalla porque está completamente sometido a un fin común por el cual estaría dispuesto a dar la vida. Pese a tener miedo siguen adelante. La Biblia representa la valentía con los caballos; cuando hay batalla ellos no miran atrás sino que van adelante con gran fuerza y sin temor a qué pasará con ellos. Nosotros debemos también ser valientes, no mirar atrás buscando la comodidad o la salvación de la vida propia, sino seguir adelante sin vacilar con valentía y fuerza. Recuerden que Jesús dijo que quien quiera defender su vida la perderá pero que quien pierda su vida por causa de Él la hallará. No se refiere a suicidarnos o a vivir una vida de mártires tristes y angustiados, sino a dar todo lo que somos por causa del evangelio y hacernos como soldados que con valentía renuncian a sí mismos porque saben que siguen a un ideal más grande y común.

El miedo nos aparta de un destino de gloria sin fin, el desánimo nos separa de la meta y del premio que viene con ella. El miedo es como un veneno que entra en nuestro corazón, nos hace sentir inferiores, nos hace sentir indignos de algo tan grande, nos hace preocuparnos por nuestro bienestar y pensar “¿Qué pasará si…?”; el miedo nos paraliza y poco a poco carcome nuestro corazón hasta vernos morir, alejándonos de aquello que Dios tiene para nosotros. No podemos dejar que el miedo entre a nuestro corazón ni tampoco el desánimo. El desánimo entra cuando dejamos que entren en nuestra mente pensamientos como “Ustedes no podrán hacerlo, son muy poca cosa, mira todo lo malo que has hecho ¿De verdad crees que puedes cambiar ahora?, siempre te has equivocado y no eres capaz de hacer nada bien, este proyecto morirá con el tiempo como todos los que alguna vez has intentado hacer, mira como los que te rodean piensan hacerte daño, mejor ríndete ahora antes que te hagan daño, mira todo el daño que te han hecho en tu vida, otros intentaron lo que tú estás intentando y no pudieron ¿Qué te hace diferente?” Hubo un hombre que sí supo lo que era el desánimo: Nehemías. Nehemías fue enviado por Dios para reconstruir el muro de Jerusalén que en aquél tiempo estaba destruido pero los vecinos de alrededor constantemente se burlaban de ellos y los amenazaban intentando desanimarlos; pero nunca el ánimo de Nehemías o del pueblo decayó, antes seguían con más fuerza porque sabían bien quién era su Dios y que Él estaba con ellos.

¿Por qué no debemos tener temor ni desánimo?, ¿Por qué debemos esforzarnos y ser valientes? Si estuviéramos solos no habría razón para esto. La razón por la cual no debe existir temor ni desánimo en nuestro corazón por ninguna circunstancia es que DIOS ESTARÁ CON NOSOTROS DONDE QUIERA QUE VAYAMOS.

Josué encontró fuerzas, valentía y ánimo para realizar su ardua labor al saber que Dios le había prometido que estaría con Él donde quiera que fuera. Si sabemos que el ser más poderoso y maravilloso de todos está con nosotros ¿De quién temeremos? ¿Por qué nos rendiremos? ¿Por qué nos habríamos de desanimar?

Si tienes la Palabra de Dios en tu mente y en tu corazón siempre, no tengas miedo ni te desanimes; esfuérzate y sé valiente; sigue adelante y obedece lo que Dios te diga dejándote guiar por Él. NUNCA ESTARÁS SOLO, DIOS ESTARÁ CONTIGO DONDE QUIERA QUE VAYAS.

DIOS LOS BENDIGA.

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

Salmo 1:1-3

Autor: Juan Felipe Caro Valencia

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: