Madre soltera para el mundo, mujer valiente para Dios

Madre soltera para el mundo, mujer valiente para Dios

Escrito por Lilo de Sierra

“Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.

1 Tesalonicenses 4:18

Cuando era más joven, solía tararear una canción del cantantes colombiano Cabas, que dice: “Soñar no cuesta nada”… separada y sola con mis dos niñas, con el cinturón apretado por la situación económica y mi fe quebrantada, cantaba pensando en qué iba a hacer de ahí en adelante.

Es muy difícil para una madre soltera salir adelante en un país en donde las oportunidades laborales y personales son mínimas; siendo profesional con especialización, no conseguía un trabajo con ingresos superiores a un millón doscientos mil pesos y era una perdedera de tiempo pensar en ser esposa….oportunidades de rehacer mi vida, ninguna…hombres dispuestos a asumir la responsabilidad de un paquete de tres ¡Imposible!…

Soy maestra de Iglesia infantil y tristemente puedo afirmar que se ha desdibujado el concepto de familia en los hogares. Duele el corazón cuando escucho orar a mis niños para que sus papitos estén juntos de nuevo o para que dejen de pelear. A muchos de ellos se les nota a leguas que luchan por entender por qué no pueden ser felices en el seno de un hogar normal en donde papá y mamá se amen.

Sé que no es fácil lidiar con la etiqueta de mujer divorciada, madre cabeza de familia con hijos que alimentar y un ex esposo que no siempre cumple con sus responsabilidades, después de que se aleja de su familia. Créeme, conozco bien lo que significa vivir expuesta a la depresión, los constantes sentimientos de culpabilidad, el temor al futuro, la soledad, el vacío en el corazón, los comentarios desdeñantes de otras personas que desconocen el trasfondo de los problemas conyugales, sin dignidad ni amor propio y por todo eso puedo decirte amiga mía que hay esperanza en Dios.

Quizás pienses que el Dios del que te hablo, es un Dios injusto y sin sentimientos, y no te juzgo, hace años tuve el atrevimiento de gritárselo, pero Él, en vez de alejarse de mí, me acompañó en mi proceso de restauración y sanidad.

Sin negar nuestra responsabilidad en nuestro divorcio, teniendo en cuenta que el matrimonio es de tres, tu Esposo, Dios y tú, somos merecedoras de su gracia y su perdón; y al ser sus niñas consentidas, jamás nos dejará solas, avergonzadas o humilladas (Isaías 54:4 NVI).

Revestirnos de fuerza y dignidad y afrontar seguras el porvenir (Proverbios 31:25) es fácil, cuando tenemos claro quiénes somos y quién es nuestro esposo y proveedor; Isaías 54: 5-8 NVI lo afirma de la siguiente manera:

“Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre!  El Señor te llamará como a esposa abandonada; como a mujer angustiada de espíritu, como a esposa que se casó joven tan solo para ser rechazada —dice tu Dios—. Te abandoné por un instante, pero con profunda compasión volveré a unirme contigo…”

Amadas, Dios provee lo que necesitamos para ser felices, solo nos pide que nos despojemos del manto de la frustración, para que Él pueda tomar el control y retribuir cada lágrima con palabras de amor eterno.

Nadie puede negar que tu condición actual es dolorosa; es decepcionante ver que tu esposo rehízo su vida con otra persona, descargando en ti los deberes de cabeza y sacerdote que le fueron conferidos a él por Dios. Por su negligencia y necedad tendrá que rendir cuentas; pero tú, puedes estar tranquila, porque tu ayudador y protector, no descansará, hasta que tus cicatrices sean un simple recuerdo.

En éste preciso instante, te abraza, llora a tu lado y ha comenzado a tratar tu espíritu con su ternura y profunda compasión. Eres especial y tus lágrimas son un tesoro que Él recoge una a una para convertirlas en perlas preciosas.

“Porque yo soy el SEÑOR, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”.

(Isaías 41:13 NVI)

Escrito para www.destellodesugloria.org

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