Quejas que no faltan en un matrimonio

QUEJAS QUE NO FALTAN EN UN MATRIMONIO

quejas matrimonioalesMuchos matrimonios de hoy en día están en desacuerdo y llegan al divorcio fácilmente, sacando como conclusión que no se entienden. Ésto no es más que una actitud egoísta, con la que cada cual pretende hacer valer su posición por encima de la autoridad divina, la que debe regir todo matrimonio “la autoridad de Dios”. Lo importante no es determinar cuál de los dos tiene la razón, lo que importa es obedecer y hacer la voluntad de Dios, está es la única manera de garantizar el bienestar de un matrimonio y la prosperidad en un hogar:

Queja del esposo

Queja de la esposa

Lo que dice Dios

Mi esposa no se sujeta a mi autoridad. Mi esposo no me trata con el debido respeto, es autoritario y agresivo. Esposas sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia. Efesios 5:22-23 (NVI). Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella. Efesios 5:25 (NVI).
Mi esposa me irrespeta, es grosera, contestona y vengativa. Mi esposo no me demuestra su amor como quisiera, no me trata con ternura y cariño, no es detallista. Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido. Efesios 5:33 (NTV).
Mi esposa no me complace cuando le busco en la intimidad. Mi esposo sólo es tierno cuando quiere tener intimidad conmigo. Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa.  Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar. 1 Corintios 7:3-5 (DHH). Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios. Efesios 5:3 (NTV).
Mi esposa habla demasiado, ventila mis errores y los problemas que tenemos ante los demás sin escrúpulos. Mi esposo es indiferente ante los problemas que tenemos, si yo no los hablo, él no hace nada, no tienen cuando solucionarse. Entonces, tengo que desahogarme con alguien. La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba. Prov. 14:1 (RV1960). Las mujeres deben ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Tito 2:5 (RV1960). La esposa le es fuente de bien al esposo, no de mal, todos los días de su vida. Prov. 31:12 (NVI).
Mi esposa no me ayuda con las responsabilidades económicas del hogar y gasta más de lo que se debe. Mi esposo considera que no soy de gran ayuda porque no aporto ingresos económicos al hogar. El hombre es el proveedor del hogar, la esposa puede ayudarle, pero es él; quien tiene la mayor responsabilidad de proveer lo necesario para la familia.El hombre que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. 1 Tim. 5:8 (DHH). La esposa está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio. Prov. 31:27 (NVI).
Mi esposa me avergüenza delante de mis amigos, los provoca con su sensualidad. Mi esposo me debería decir lo que otros hombres en la calle me dicen. La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante. Prov. 9:13 (RV1960). La mujer ejemplares corona de su esposo; la desvergonzada es carcoma en los huesos. Prov. 12:4 (NVI). Su esposo confía plenamente en ella. Prov. 31:11ª (NVI). Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. Prov. 31:30 (NVI).
Mi suegra se mete demasiado en nuestra relación. Mi suegra tiene más derecho que yo, a mi esposo y a las cosas de mi esposo. En un hogar la primer prioridad es Dios; la segunda, el esposo y la esposa; la tercera, los hijos. Los padres dejan de ser la principal prioridad.Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24. (RV1960).
Mi esposa nunca apoya mis planes y siempre quiere imponer sus propias decisiones. Mi esposo no me tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones. Vivir en común acuerdo, direccionados por Dios en todo. El Señor te dice: Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti. Salmo 32:8 (NTV). ¿Podrán dos caminar juntos sin estar de acuerdo a donde van? Amós 3:3 (NTV). Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Ecles. 4:9 (NVI).
Mi esposa es demasiado celosa. Mi esposo no me respeta cuando estoy con él, entonces ¿cómo es, cuando no estamos juntos? Cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Mateo 5:28 (NVI). El que comete adulterio le faltan sesos; el que así actúa se destruye a sí mismo. Prov. 6:32 (NVI). Bebe el agua de tu propio pozo, el agua que fluye de tu propio manantial, bendita sea tu fuente ¡goza con la esposa de tu juventud! Prov. 5:15,18. (NVI). Al malvado lo atrapan las malas obras de la adultera; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez. Prov. 5:22-23 (NVI).
Mi esposa descuidó su apariencia después de que nos casamos. Mi esposo pasó de ser caballeroso, educado y bien aparente; a vulgar, grotesco y descuidado. Si antes de casarnos éramos cuidadosos de nuestra apariencia, con mayor razón lo debemos hacer ahora que estamos conviviendo juntos.¡Qué hermosa eres! ¡Qué encantadora, mi amor, llena de delicias! Cant. 7:6 (NTV).Tus brazos amado mío, son como barras torneadas, adornados con berilo. Tu cuerpo es como marfil reluciente, resplandece de lapislázuli. Cant. 5:14 (NTV).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si en un matrimonio se antepone lo que quiere Dios, por encima de lo que quiere el esposo o la esposa, se puede garantizar la felicidad y la prosperidad de esa maravillosa unión.

¡Que nadie, es decir; ni el esposo ni la esposa, ni ninguna otra persona, separe lo que Dios ha unido!

 Marcos 10:9.

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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