Siguiendo a Jesús sin una cruz

Siguiendo a Jesús sin una cruz

Siguiendo-a-Jesus-sin-una-cruzLa vida cristiana no es fácil pero tampoco es difícil. Cuando Jesús nos invito a seguirlo nos invito a renunciar a nosotros mismos, aceptar su cruz y seguirlo: “Luego, Jesús llamó a la gente y a sus seguidores y les dijo: —Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da y seguirme.” Marcos 8:34 (Palabra de Dios para Todos).

Lastimosamente la gran mayoría de nosotros queremos seguir a Jesús sin una cruz, queremos que todo sea perfecto, que no hayan problemas ni obstáculos, pero yo te pregunto: ¿Qué se te viene a la mente cuando escuchar la frase tomar o aceptar una cruz?, si eres sincero contigo mismo tienes que responder que la cruz se refiere a la muerte, es decir: Morir a nosotros mismos y para morir a nosotros mismos necesitamos pasar por situaciones que nos ayuden a hacerlo.

Llevar una cruz es estar consiente de que nuestra vida ahora le pertenece a Cristo, el Apóstol Pablo lo dijo de está manera: “Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20 (Nueva Traducción Viviente).

Muchos de nosotros queremos llevar una cruz lo menos incomoda, otros nos rehusamos a que nuestro antiguo yo sea crucificado totalmente, siempre andamos tratando de justificar nuestro mal actuar aduciendo que “no somos perfectos”, pero la realidad de la vida cristiana es llevar una cruz, es crucificar nuestro antiguo hombre para permitir que Cristo gobierne totalmente en nosotros.

Hoy quiero invitarte a revisar que clase de cruz estás llevando, hoy te invito a que reflexiones si es que estás llevando una cruz o simplemente andas buscando lo más cómodo siempre para la “vida cristiana”. Ponte a pensar un momento de la forma que Jesús pensara acerca de la vida cristiana que estás viviendo y si Él se sintiera orgullo de lo que haces para honrarlo, y si al ser sincero contigo mismo llegas a la conclusión de que Jesús está orgulloso de lo que has hecho con tu vida, entonces ¡Gloria a Dios por ti! Porque has llevado la cruz y has crucificado tu antiguo hombre, pero si lejos de hacer que Jesús se sienta orgulloso de la forma en la cual has vivido tu vida cristiana, te avergüenza la forma en la que la has vivido, entonces es hora de retomar la cruz y seguir a Jesús como se debe.

Hoy mismo Jesús te invita a que renuncies a ti mismo, a aceptar la cruz que él mismo te da y seguirlo de la manera que Él se merece que lo sigamos, sin mirar atrás, sin desear lo que estamos dejando, simplemente viendo y caminando rumbo a nuestro objetivo: dejar de vivir nosotros para permitir que Cristo viva en nosotros.

¡Sigue a Jesús, pero antes toma tu cruz!

Autor: Enrique Monterroza

Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org

Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.comwww.enriquemonterroza.comhttps://reflexionesydevocionales.blogspot.com

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