Reflexión: El vendedor de diarios

Un Destellito En Las Manos De Dios

vendedor de periodicos

Convertirse, o aceptar a Cristo como suficiente y único Salvador personal, tiene sus consecuencias, declara Destellito. A algunos hijos e hijas de Dios Creador, las comienzan a sufrir de inmediato, mientras que a otros, en el transcurso de su nueva vida. Cierto hombre alcohólico y pobre, decidió abrir su corazón a Jesús, naciendo de nuevo. En una ocasión entró a una taberna para vender diarios o periódicos, al verlo, los parroquianos comenzaron a burlarse de él, como no hizo caso, uno le ofreció un vaso con cerveza, y no quiso recibirlo, le ofrecieron dinero si bebía, rechazando la oferta, hasta que otro le lanzó al rostro el líquido, diciendo, “si no lo quieres tomar por dentro, entonces, que sea por fuera”. Otros hombres que se encontraban en el lugar, se compadecieron de él y juntaron dinero, para posteriormente entregárselo, con respeto.

El Vendedor De Diarios

Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Tito 3: 2,3

El vendedor de diarios, dice Destellito, mostró una actitud que dignifica el Evangelio, se ha sostenido por ahí, que la mejor predicación es aquella que se expresa sin palabras, quiere decir que la buena conducta, tanto pública como privada, es la que revela con mucha exactitud si alguien ha nacido de nuevo. El apóstol Pablo, llama a los hijos de Dios a demostrar amabilidad y mansedumbre, no a ciertas personas exclusivamente, sino a “todos los hombres”, al tiempo que hace una relación de conductas practicadas antes de recibir a Cristo Jesús; no había vergüenza para demostrar lo que era antes de conocer a Jesús, haciendo lo malo, y ¿ha de tener vergüenza ahora que es una nueva criatura, un nacido de nuevo, haciendo lo bueno? se necesita, en los tiempos de hoy, personas que sean cartas leídas por todos los hombres, la Palabra de Dios se lo merece.-

Por Oscar Olivares Dondero

Escrito para: www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: