¡Una fe conquistadora!

¡UNA FE CONQUISTADORA!

jerico

“Por la FE cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días”

(Hebreos 11: 30) RV/60

“Los israelitas CONFIARON en Dios y, por eso, cuando marcharon alrededor de la ciudad de Jericó durante siete días, los muros de la ciudad se vinieron abajo” (TLA)

INTRODUCCIÓN: últimamente he comprendido, me he dado cuenta y he experimentado que la FE es necesaria e indispensable para todo. Sin embargo; en esta ocasión sólo estudiaremos cuan útil e importante es la FE para conquistar. Para este cometido tomaremos como base bíblica la conquista de Jericó precisamente mediante la FE  y relatada en el libro de Josué capitulo seis (6). Veámoslo:

1.    FE PARA CREER LO QUE DIOS ENTREGÓ (JOSUÉ 6: 1, 2)

A. La ciudad de Jericó Dios la entregó a Josué y a Su Pueblo (vr. 2a)

B. El rey de Jericó Dios lo entregó a Josué y a Su Pueblo (vr. 2b)

C. Los hombres de guerra Dios los entregó a Josué y a Su pueblo (vr. 2c)

Entregar (hb. Natán): dar, destinar, disponer, facultad, permitir, tener, poner

·         ¡Se trataba de una promesa de confianza!

·         ¡Josué y el pueblo confiaron! (Hebreos 11: 30) (TLA)

·         ¡La promesa hablaba de una victoria y conquista segura!

“… Los amorreos salieron a combatirlos, pero yo les di la victoria a ustedes, y así conquistaron ese territorio”. “… Los de Jericó pelearon contra ustedes, y también todos los pueblos de Canaán,  pero yo hice que ustedes los vencieran”. (Josué 24: 8, 11) (TLA)

De hecho ya Dios lo venía diciendo, confirmando y reiterando:

·          Desde los tiempos de Moisés (Deuteronomio 1: 21)

·         En la época de Josué (1: 3; 6: 2, 16; 8: 1; 10: 8, 12, 19, 30, 32; 11: 8; 21: 43, 44; 24: 8, 11)

·         Aun en los tiempos de los Jueces las palabras de Dios fueron: “Yo he entregado en sus manos” (Jueces 1: 2, 3; 3: 10, 28; 4: 14; 7: 9, 14, 15; 8: 3, 7; 11: 21, 32)

Recuerde que la conquista se extendió hasta esa época de los Jueces (el periodo más oscuro y perverso de Israel: la generación que nació en Canaán)

·         Aun Rahab lo sabía perfectamente (Josué 2: 9-11)

·         los espías lo creyeron y lo declararon (Josué 2: 23, 24)

·         El mismo Josué en la última (séptima) vuelta (Josué 6: 16)

·         Nuevamente Josué en su discurso de despedida (Josué 24: 8, 11)

REFLEXIÓN: lo que Dios y nosotros queremos conquistar ya nos ha sido entregado en nuestras manos (Josué 24: 8, 11). ¿Lo creemos? ¿Tenemos fe? ¿Hay certeza y convicción?

2. FE PARA OBEDECER LO QUE DIOS HABLÓ (JOSUÉ 6: 3, 14)

A. Los HOMBRES DE GUERRA: los soldados Israelitas (vr. 3)

·         Ellos debían rodear la ciudad: era una vuelta diaria por “seis” días

Del campamento salían a marchar o recorrer la ciudad y luego regresaban (iban y venían)

El séptimo día se dieron “siete” veces vueltas en la ciudad (vr. 4, 15)

·         Era un acto ritual para indicar que la ciudad estaba cercada

·         Así lo hicieron los guerreros israelitas, como Dios lo mandó (vr. 14)

¡Hoy podemos rodear nuestra ciudad con actividades espirituales: oración, ayuno, impactos evangelisticos y otras actividades!

B. Los SIETE SACERDOTES (vr. 4, 9, 13, 16, 20)

·         Cargar el arca en sus hombros (vr. 4, 9, 13)

El arca era el símbolo visible de la presencia de Dios

·         Tocar las trompetas (el shofar) prolongadamente (vr. 4, 5, 20)

El toque “prolongado” significaba un toque especial, largo, interrumpido, sostenido y continuo. ¡De hecho las bocinas eran de convocación religiosa y militar! (Números 10: 9). ¡Anunciaban la presencia de Dios y tenían una connotación de júbilo, gozo, victoria y alabanza!

Eran las mismas trompetas que usaban en sus festividades religiosas, para recordarles que su victoria vendría del Señor y no de su poderío militar (Números 10: 9). ¡Eran trompetas modestísimas y de pobre sonido! (aun así representaban el poder divino)

¡La alabanza jugará un papel importante en la conquista: una alabanza especial, poderosa, ungida y contundente! (Números 21: 16-20; Jueces 7: 19-25; 2 Crónicas 20: 19-28; Salmos 102: 18; Habacuc 3: 17-19; Hechos 16: 16-34; Efesios 1: 3-6;  Santiago 5: 13)

Esto de las trompetas tiene una connotación escatológica para la iglesia hoy, en relación con la parusía de Cristo (Mateo 24: 30, 31; 1 Corintios 15: 52; 1 Tesalonicenses 4: 16-18)

Nota: el “seis” (vr. 3, 14): el número del hombre, humano (lo imperfecto e incompleto) y el “siete” (vr. 4, 15, 16): el número divino (lo pleno, perfecto y la obra poderosa de Dios)

¡Deducimos de esto que las cosas deben ser a la manera de Dios y en Su tiempo! (1 Reyes 18: 43-45). ¡Cuando nosotros hacemos nuestra parte, Dios también cumple con la suya! Nosotros hacemos lo normal, Dios lo sobre natural. Nosotros lo fácil, Dios lo difícil y nosotros lo posible, Dios lo imposible!

¿Qué era lo fácil, normal y posible? ¡Tocar trompetas, dar vueltas, gritar! ¿Qué era lo difícil, imposible y sobre natural? ¡Que los muros se derrumbaran y así sucedió! (vr. 20) ¡Aleluya!

C. El PUEBLO EN GENERAL: los israelitas (vr. 5, 20)

·         Gritar a gran voz o fuertemente después que escucharan el sonido prolongado de la trompeta

El grito aquí era una “señal” de ataque de batalla, para provocar pánico y confusión (1 Samuel 4: 3-8). Igualmente fue “un grito de obediencia, victoria triunfal y de oración”.

Tenía que ver con la “caída” del muro, que fue estrictamente un milagro de Dios. ¡También para engrandecer “Su poder” y no en el de los instrumentos humanos! (Salmos 21: 13)

·         Sólo había que “esperar” la orden de Josué. Mientras tanto debían estar en silencio (vr. 10, 16)

Esto para que estuvieran más “atentos” al sonido de las trompetas sagradas (la voz de Dios entre ellos). ¡No está bien hablar cuando Dios mismo nos está hablando!

·         Debían hacerlo (gritar) al final de la última vuelta del séptimo día

¡Gritemos y proclamemos a voz en cuello que Cristo salva, sana, bautiza, viene pronto, transforma, regenera, liberta y mucho más!

En resumidas cuentas, una de las “claves” de la conquista de Jericó fue precisamente, la “obediencia” motivada e impulsada por la fe a Dios y a Sus Palabras, órdenes e instrucciones específicas y claras.

¡Aunque tal vez no entendían lo que hacían ellos “creyeron” y “obedecieron” todas las instrucciones que Dios les encomendó u ordenó! (Hebreos 11: 30). ¡La “confianza” para acatar y tener en cuenta al pie de la letra lo que Dios habló e instruyó, jugó un papel importante en la conquista y en la “toma” de Jericó. (Hebreos 11: 30)

¡Resaltamos también la importancia de “movernos y actuar” en obediencia y fe (Génesis 12: 1-9; Éxodo 14: 15; Juan 4: 50-53). ¡No olvide que Dios se mueve con los que se mueven, camina con los que caminan y trabaja con los que trabaja!

¡Además de ser una fe obediente, fue una fe paciente y anticipada!  ¡ALELUYA!

REFLEXIÓN: obedezcamos lo que Dios ha dicho, hablado, declarado, mandado e instruido para conquistar y gozar de Sus bendiciones hoy más que nunca (Levítico 26: 1-13; Deuteronomio 7: 12-26; 28: 1-14). ¡Hoy todas Sus instrucciones están escritas en la Biblia: Su Palabra!

3.    FE PARA VER LO QUE DIOS HIZO: derrumbar los muros (Josué 6: 5, 20)

A. Era necesario que los muros “cayeran” para que el pueblo “entrara” a Jericó (vr. 5, 20)

B. Hasta el mismo Dios sabía perfectamente que las murallas debían “derrumbarse” (vr. 5, 20)

C. Recuerde que los muros era lo que hacía de Jericó una Ciudad “invencible e inconquistable”.

D. Las “murallas” se vinieron abajo por una acción directa del mismísimo Señor nuestro Dios

Posiblemente, tal vez, a lo mejor Dios mandó un “terremoto” (según la tradición judía). Lo cierto e importante fue que las murallas se derrumbaron, cayeron y se vinieron abajo:

·         En recompensa de la obediencia motivada por la fe

·         En recompensa a la espera en Dios (Salmos 37: 34)

·         En recompensa de la fe (Hebreos 11: 30; 1 Juan 5: 4)

¿Qué hicieron después que Dios tumbó los muros de Jericó?

·         Entraron “derecho” hacia delate como Dios lo había mandado (vr. 5, 20)

Significaba que: “Cada uno entraría y atacaría la ciudad sin dar marcha atrás” (TLA) y que tampoco había tiempo para arrepentirse ni mucho menos volverse atrás, ni retirarse! ¿Estamos caminando derecho en el Señor? ¿Avanzamos hacia adelante derecho? (Filipenses 3: 13).

¡Recordemos el concejo bíblico: “Pero nosotros no somos de los que retroceden (vuelven atrás) para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10: 39). “No somos de los cobardes que se vuelven atrás” (PDT).

“El león, fuerte entre todos los animales, Que no vuelve atrás por nada” (Proverbios 30: 30). “Reina en la selva (TLA), no huye ante nada ni ante nadie (DHH), no retrocede ante nada (NVI), no le teme a nada (PDT).

·         Se “tomaron” la ciudad: la sitiaron, se apoderaron  y la conquistaron (vr. 20)

·         “Pelearon” contra los moradores de Jericó y vencieron (Josué 24: 8, 11)

Pelear (hb. Lakjám): batallar (como destrucción), atacar, dar batalla, sitiar, combatir, guerrear

No solamente fue cuestión de fe y obediencia. También era cuestión de “pelear” contra los habitantes y los guerreros de Jericó y esa fe obediente condujeron a Josué y al pueblo a combatir

¡Toca pelear, luchar por la bendición y por todo lo que Dios tiene para nosotros! (Génesis 32: 22-32)

La derrota de Jericó demostró que el Dios de Israel, no sólo era superior a los dioses de los cananeos, sino que también era invencible. ¡ALELUYOTE!

REFLEXIÓN: si queremos conquistar y tomar posesión de lo que Dios nos ha entregado, debemos saber que los muros deben derrumbarse, caer y venirse abajo. ¡Es cierto que hay murallas que deben ser edificadas, como lo hizo Nehemías! (Nehemías 6: 15).

Pero también es cierto que hay muros que deben ser derrumbados para avanzar y conquistar, como sucedió aquí en la conquista de Jericó.

¿Cuáles son esas murallas que nos impiden conquistar, experimentar la bendición y el éxito? ¿Será la duda, incredulidad, el negativismo, pesimismo, el conformismo, la negligencia, el miedo, los peros, la exageración, el pecado y otros?

¡Qué mejor relato bíblico para entenderlo bien que el de los espías que Moisés envió a reconocer la tierra! Diez fueron negativos, pesimistas, incrédulos, hablaron mal de la tierra y hasta usaron un lenguaje hiperbólico o exagerado (Números 13: 25-33; 14: 7-9)

Pero Josué y Caleb que tenían “un espíritu diferente” (Números 14: 24). Significa una actitud, una manera de portarse y de pensar distinta y que  no fueron como los demás, sino que creyeron en mi promesas.

De hecho ellos hablaron con fe y optimismo: “Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (vr. 30)

Podremos (hb. Yakol): tener la habilidad, la capacidad, el poder y los recursos para vencer o tener éxito. Caleb usa “Yakol” a fin de indicar su clara y firme convicción de que el pueblo poseía todos los físicos y espirituales para lograr la victoria y la conquista.

Sin embargo; los negativos dijeron: “No podremos subir contra aquel pueblo…” (vr. 31)

CONCLUSIÓN: después de haber explicado esta Palabra de reto y compromiso termino preguntando: ¿cuál es el Jericó que hoy queremos conquistar? ¿Cómo estamos de fe conquistadora? ¿Tenemos fe para creer lo que Dios entregó, fe para obedecer lo que Dios habló y fe para ver lo que Dios hará por nosotros? (Jeremías 17: 7-8; Marcos 9: 23; Juan 11: 40)

La palabra “conquistar” (hb. Nakà, yaràsh o yarèsh): significa golpear ligera o severamente, abatir, vencer, afligir, derrotar, atacar, ocupar como desalojando, poseer en lugar de otros, heredar, expulsar, disfrutar, tomar, abrir, apoderarse, hacer, ser dueño, guerra de territorio enemigo, conseguir algo con esfuerzo, habilidades y venciendo la dificultad.

¡AMÉN QUE SÍ! ¡MANOS A LA OBRA!

Autor: PrediCantor Garys Leandro

Preparado para: www.destellodesugloria.org

 

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: