Tu felicidad es tu regalo para los demás

Tu felicidad es tu regalo para los demás

felicidadSe descubrió que la gente más feliz no es la que tiene más cosas sino la que tiene más experiencias, más recuerdos. Lo que sucede es que puedes comprarte zapatos, coches, casas, etc., pero eso te dura un tiempo y luego se desgasta. En cambio, un buen recuerdo te acompaña toda la vida. Muchas veces nos volvemos locos por juntar cosas, pero necesitamos saber que la gente más feliz es la que junta más recuerdos; por eso Dios te va a dar experiencias hermosas para que guardes cada recuerdo lindo en tu corazón.

Sonríe, ten paz, así te irá mejor en todos lados. La gente feliz alcanza metas y más metas porque es feliz. Les va mejor en los negocios, y son los mejores vendedores.

Activa las emociones positivas

 La risa: dura lo que dura un chiste, es sanadora, no es la del payasito tonto negador de la realidad, puedes tener risa y tristeza internamente. Cuenta una historia que había un hombre que trabajaba en un circo, y fue al médico porque estaba como deprimido, entonces el doctor le recomendó que vaya a ver al payaso del nuevo circo que había venido a la ciudad; a lo que el hombre le contestó: “ese payaso yo soy”.

La alegría: es un estado emocional que se activa en cualquier momento, es tener una mirada positiva de la vida, es preocuparse menos de muchas cosas. “El corazón alegre hermosea el rostro”; Pablo decía: les ordeno, les insisto: “alégrense”. Se activa la parte infantil, no hay que engancharse con la gente que te nivela para abajo, ten una buena estima y ríete de las burlas.

El gozo: es un poder espiritual (la alegría y la risa son emociones) se activa por saber que Dios está conmigo y siempre trae milagros: Jesús dijo: “ánimo, toma tu lecho y anda” (no al revés). A los discípulos en la tempestad: “ánimo soy yo”, porque el gozo del Señor es tu fortaleza.

Otra arma maravillosa para activar las emociones positivas es la actitud de ser agradecido:

Se dice que había un tour en el cielo y allí había un galpón gigante con televisores, paquetes de regalos, de todo. Y alguien que llegó al cielo le preguntó a uno que ya estaba allí, ¿qué era todo eso?, y éste le contestó: “las bendiciones para el pueblo que lo pidió”, los ángeles se los tienen que llevar, pero sólo están esperando que la gente de la orden. Y el hombre preguntó: ¿y cuál es la orden? Que digan: “gracias Señor” y ahí Dios suelta sus ángeles para enviarlos.

Ten un registro de recuerdos positivos

 Jesús le dio de comer a la multitud y habían sobrado 12 cestas.  Después pasaron al otro lado y Jesús caminó sobre el agua, y ellos creían que era un fantasma porque “aún no habían entendido lo de los panes”.

 Los recuerdos de lo que Jesús hizo alguna vez en tu vida, te van a sostener en medio de la tormenta, en medio de la deuda, de la enfermedad y del conflicto.

David cuando estuvo frente a Goliat, no dijo: “¿y ahora cómo hago?” Dijo: “¡maté al oso, maté al león, y a este filisteo también lo voy a matar!”. Esos recuerdos te motivan y te entusiasman. David tenía una forma para motivarse, siempre se acordaba de las promesas de Dios y decía: “alma mía bendice al Señor y no te olvides ninguno de sus beneficios”, “yo me acosté y dormí porque Jehová me sustentaba”, “unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebozando” se potenciaba con recuerdos positivos.

Aprende a Fluir

Algunos fluyen en determinadas actividades (las mujeres en el shopping, cuidando las plantas, leyendo, tocando un instrumento, cantando, cocinando, haciendo manualidades, gimnasia etc. / los hombres en la cancha)

Otros fluyen con los problemas (se quejan todo el día). Hay que disfrutar de lo que uno hace, pedirle a Dios que nos  dé  el trabajo para que podamos fluir. David meditaba de día y de noche y decía: “Soy un árbol plantado junto a corrientes de aguas ¡si me pongo a disfrutar de su presencia, mi hoja no va a caer y mi fruto estará listo!”

El pastor ungía a las ovejas con aceite para que el parásito no les reventara el cerebro; tú eres ungido/a por el Espíritu Santo, para activar recuerdos buenos, lindos y sacar todos los pensamientos malos.

Tu felicidad es tu regalo para los demás. Por eso es importante que afirmes:
“Ahora yo. ¡Es mi turno!”
Y si alguien te dice: “Pero ¡tú lo pasas
muy bien!”

Responde: “Sí, es mi regalo para ti.
Pues si yo estoy bien, tú lo estarás también”.

Autora: Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: