La ley de la reciprocidad en el poder de tus palabras y la fuerza de tus acciones

La ley de la reciprocidad en el poder de tus palabras y la fuerza de tus acciones

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“No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra”

(Gálatas 6:7 NVI)

El ser Santandereana, ha significado para mí, en mis 37 años de vida, una lucha constante contra las etiquetas que personas con las que he interactuado en mi familia, en mi trabajo o en la sociedad en general me han colocado, de acuerdo a lo que han percibido de mis acciones o palabras.

Es así, que en Colombia se conoce a la mujer Santandereana como una persona de carácter fuerte, de posiciones radicales, recia en su trato para con los demás, un poco fastidiosa en ocasiones, ‘frentera’ y problemática, independiente, comprometida y poco sumisa, a decir verdad, no muchas personas describirían a la santandereana como alguien suave, tranquilo y de hablar sereno.

Desafortunadamente, debo aceptar, que muchas de las características que acabo de describir, las llevo impresas dentro de mí y se han arreciado mucho más de acuerdo a las experiencias vividas.

Es imposible cambiar nuestra esencia, nuestras raíces y hábitos de un día para otro, más aún, cuando hemos sembrado en el consiente de la gente que nos rodea que así somos y así seremos para siempre.

Como todos los Cristianos, he tenido un antes y un después de conocer de Dios, y aún hoy, después de 11 años de caminar con Él, cargo el lastre de mi carácter y ruego a Dios, por una transformación radical y duradera de éste aspecto de mi vida.

Lo único cierto de todo esto, es que si mi trato es suave hacia quienes me rodean ymis palabras no son lanzadas como dardos de fuego, sino como abrazos llenos de afecto y sosiego, aún más, hacia aquellos que amo con todo mi corazón, recibiré como recompensa, amor en su trato para conmigo y respuestas tiernas y suaves a lo que pudiera reclamar.

Pienso que el problema, no es el cómo me definen, si soy Santandereana o no,  sino lo que cosecho cuando decido utilizar de manera inadecuada mis palabras o mis gestos al comunicarme. ¿Qué tal si mi carácter recio, fuerte, comprometido y frentero, lo utilizara para predicar la palabra de Dios ante públicos difíciles como al que se dirigía el apóstol Pablo?. ¿Qué tal si mis acciones, fueran acciones de amor y no de guerra aún con mis enemigos?, (Proverbios 15 NVI). Creo que Jesús intentó explicarlo una y otra vez, no solo con palabras, sino con su testimonio, pocas veces respondió a afrentas con agresividad y cuando lo hizo, fue radical y fuerte, más no grosero, impulsivo o poco piadoso. Tuvo siempre control de sus emociones y llevó siempre en alto el nombre de su Padre.

Soy responsable de mis decisiones, Dios me creó y me diseñó como soy, con el firme propósito de que diera fruto a pesar de mis defectos y debilidades. Lo que me define como persona, es el tipo de siembra que realizo cada día, si siembro amor, cosecharé amor, si siembro discordia, eso mismo cosecharé, lo que debo tener presente, es que una siembra en negativo, será una cosecha destructiva de lo positivo que el otro me dé.

En mi Calidad de Ingeniera, debo decir que sería efectivo aplicar la metodología de las 5”S” de la mejor continua y calidad total a nuestra vida. Al traducir esta metodología, a un lenguaje cristocéntrico,  podría hacer una revisión exhaustiva a mi estilo de vida, para lograr lo siguiente:

  1. Seiri (Clasificación y descarte): Separar las cosas necesarias de mi carácter y las que no, para que pueda usarlas de manera efectiva de acuerdo a las circunstancias que se me presenten a diario. La idea es desechar aquellas que no producen en mí y en quienes me rodean un fruto bueno. Es analizar ¿Qué puedo tirar? ¿Qué debo guardar? ¿Qué puede ser útil para otra persona? ¿Qué debo recuperar? y ¿Qué puedo cambiar?
  1. Seiton(Organización): Saber aprovechar mis defectos y virtudes para ayudar a otros a superar sus miedos, alcanzar metas y derribar gigantes. Es utilizar la palabra correcta en el momento justo, es darme la oportunidad de pensar antes de hablar. Está demostrado que actúo de acuerdo a lo que siento,pienso y hablo, así que tengo el poder de manejar mis emociones, cuando no permito que mis reacciones automáticas me gobiernen.(Proverbios 15.23 NVI).
  1. Seiso (Limpieza): Presentarme ante Dios, íntegra, con un corazón limpio. Pedir perdón por los pecados cometidos, para traer calidad y seguridad eterna a mi existencia. Si puedo permanecer de ésta manera delante de Dios, instintivamente las personas que me rodean lo percibirán.
  1. Seiketsu (Higiene y Visualización): Es el mantenimiento de la limpieza, reevaluarse cada día, detectar aquellos puntos de mi vida que necesitan mejora y comenzar de nuevo con la intención de erradicar de manera definitiva, aquello que me impide crecer y avanzar espiritualmente.
  1. Shitsuke (Compromiso y disciplina):Es el deseo de crear un entorno en base a buenos hábitos. Esforzarme por entrenar y estudiar la palabra, llevarla a la práctica.Es romper con mi pasado y darle paso a un nuevo yo.

Es claro que el Espíritu Santo mora en mí, pero debo apropiarme del dominio propio del cual fui provista, para que con las armas correctas y las acciones acertadas, logre alcanzar las 4 “S” anteriores y muchas metas más.

Siendo extremadamente legalista, algunas personas en la Iglesia podrían decir, que si soy irascible no estoy con Cristo, pero ¿acaso no soy humana?, Caer es fácil, levantarse e intentarlo de nuevo, es lo difícil, conozco la palabra, pero como lo dice Romanos 7 (NVI):

“Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.  Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí”.

Lo verdaderamente valioso delante de Dios, es reconocer mis fallas, pedir perdón, e intentarlo cuantas veces sea necesario. Es no conformarme con lo que soy hoy, sino ser ambiciosa en los objetivos y retos que me trace a corto, mediano y largo plazo.

Nunca subestimes el poder de tus palabras, puedes cambiar la vida de una persona, tu consejo puede ser de bendición o maldición, y lo que digas en contra de otro, inevitablemente regresa con más fuerza para golpearte la conciencia.

Es necesario que cuando hablemos, lo hagamos con el objetivo de edificar, para producir el bien en quienes nos escuchan, de bendecir para ser bendecidos, hacer el bien y rechazar el mal, dar una respuesta oportuna, ser sabios y no necios, serlistos para escuchar y lentos para hablar y para enojarse, porque solo así honraremos a nuestro padre en el cielo y podremos cosechar alegría, tranquilidad y paz , para convertirnos finalmente en faro y luz, para aquellos que hoy caminan en oscuridad, sin olvidar, que por nuestros pensamientos, palabras, sentimientos y acciones, rendiremos cuentas ante el trono celestial.

“Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado”.

(Mateo 12:36 NVI)

Escrito por Lilo de Sierra

Para www.destellodesugloria.org

 

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