Lo que te quiere lastimar se va a arrodillar delante de ti

Lo que te quiere lastimar se va a arrodillar delante de ti

pedir perdon

Por eso Jesús dijo: “pasemos al otro lado”: cruzando al otro lado había brujería, gente endemoniada. Dios te va a sacar de este lado para llevarte al otro, hacia lo que todavía no alcanzaste, lo que aún te está esperando y que sólo tú podrás hacer.

Decápolis: era una colonia romana, Jesús les dijo a sus discípulos: “vamos para allá”. Él te va a llevar adonde nunca fuiste, ahora te animarás a lo que antes no te animabas. Todos se suben al barco y se levanta una tormenta porque el diablo no quería que llegaran al lugar de la victoria. “Cállate” le dijo Jesús a la tormenta; a veces te quedas y no te mueves del lugar donde estás porque en ese lado te quieren, te aprecian, te ayudan, etc. pero no está la bendición. De ese lado le decían: “Jesús, Jesús” pero del otro lado lo esperaba “un endemoniado”, era una legión: seis mil demonios; que se postraron y le dijeron a Jesús: “¿por qué vienes acá”?

Cuando llegas al otro lado todo lo que te quiere lastimar se va a arrodillar delante de ti.

Demonios asentados sobre tus sueños, se van a postrar delante de ti y van a irse de tu vida; por eso tienes que pasar al otro lado y alcanzar un nuevo nivel de fe. El endemoniado terminó sano, vestido y sentado, ¡qué gran victoria! los del lugar no lo querían a Jesús allí, no se alegraron de la sanidad física, mental y espiritual del endemoniado.

Representan a la gente que te envidia y te ataca. El endemoniado se quería ir con Jesús, pero él le dijo “QUEDATE DE ESTE LADO, PORQUE ESTÁS DE MI LADO”; era mejor que se quedara de ese lado porque así cambiaría las cosas.

El gadareno no tenía vida afectiva, no podía relacionarse afectivamente con nadie; pero lo primero que él le restaura es su espíritu: ahora estaba sentado, y tenía ganas de aprender del Señor. También estaba vestido: representa el cuerpo, la prosperidad. Y en su cabal juicio: esa mente perturbada ahora estaba ordenada.

Siempre Dios te va a pedir algo que te incomode, cuando los demonios le pidieron que los dejara entrar a los cerdos se lo concedió, el pueblo le pidió que se fuera y lo hizo, pero al que amaba le dijo que no.

Hay un no que te bendice, celébralo tanto como el sí. En Cristo funcionamos en cualquier lado, no hay ambiente hostil, ni sueño que no podamos alcanzar.

Una persona con Cristo en el corazón alcanza para que cambie toda una ciudad.

Podemos decir: ¿podré hacer esta tarea tan grande? Es mucho para mí. Que pueda hacer algo bien no significa que confíe en mí; porque cuando no me salen bien las cosas dejo de confiar. Confianza no es que puedo hacer algo bien, sino que puedo hacer algo.

Jesús transgredió el pensamiento de la cultura. En los tiempos de Jesús, los niños ni las mujeres podían ser testigos, pero Jesús transgredió ese mandato cultural. Cuando María Magdalena contó que había visto a Jesús resucitado, los apóstoles no le creyeron, porque era el testimonio de una mujer. La samaritana transgredió y fue a contar que había estado con el Mesías. Las mujeres en aquel tiempo servían como esposa, como objeto sexual, la miraban y la cosificaban.

La mujer no nació solamente para ser mamá, sino para amar a Dios y obedecer su palabra. Marta le dijo a Jesús que le dijera a la hermana que la ayude a hacer las tareas de la casa, ¿por qué hace esto? porque el rol de la mujer era estar en la cocina y el rol del varón era echarse a los pies para aprender.

Jesús le dice a Marta: “¿por qué te quedas de ese lado? deja de tener mente de cocinera y pasa al otro lado”. María rompió los límites y dijo: “yo me paso del otro lado porque quiero seguir aprendiendo”.

por Silvia Truffa

Escrito para www.destellodesugloria.org

COMPARTE


Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: