¡Giezi el siervo que perdió su legado! – Parte 1 – Bosquejos

¡GIEZI EL SIERVO QUE PERDIÓ SU LEGADO (I)!

2 REYES 4: 25-36

gieziINTRODUCCIÓN: con respecto a este tema estudiaremos el lado negativo y malo del siervo Giezi. Sus errores, equivocaciones, falencias y desatinos. Especialmente su codicia, la mentira, el haber ocultado su maldad (las dadivas que recibió de Naamán con engaño) y sobre todo su falta de arrepentimiento. Que lo llevaron a “perder” el posible “legado” espiritual y ministerial que pudo haber “heredado” de su mentor, amo y profeta Eliseo. Veámoslo a continuación:

1. Se “acercó” para “quitar” a la sunamita (vr. 25-28)

Analicemos los hechos en  contexto:

    a. Dios hace un milagro en la sunamita: un hijo (vr. 14-17)

    b. El niño creció y murió: un problema en la cabeza (vr. 18-21)

   c. La sunamita viene a ver al profeta: notificarle la novedad (vr. 22-30)

  • Giezi la recibe por orden de Eliseo (vr. 25, 26)
  • La sunamita se postró delante del profeta (vr. 27)
  • Giezi se “acercó” para “quitarla” (vr. 27)

“Quitar” (vr. 27) (hb. Sur): empujar lejos, arrojar, cortar, deponer, desviar, echar, privar, revelarse, retirar, sacar, separar, alejar, “apartar” (DHH).  ¿De quién? ¿Por qué? ¿Propósito? Estudiémoslo:

I. Su propósito era “apartarla” de Eliseo: el varón de Dios (vr. 27) (4: 7, 9, 16, 22, 25; 5: 8; 6: 15; 8: 4), del profeta (2 Reyes 4: 16, 17; 5: 3, 8), del concejero espiritual, mentor, maestro (2 Reyes 4: 25-27), autoridad eclesiástica y representante de Dios en la época (2 Reyes 4: 25-31)

¿Cómo cree usted que la “apartó” del profeta? ¿Fue inmisericorde e insensible con ella? ¿Actuó con sabiduría y prudencia o fue imprudente? ¿Fue falto de ciencia y discernimiento? ¿Fue celo protector? ¿En qué estaría pensando en ese momento? ¿Qué le pasó? ¿Por qué más bien no la consoló? ¿Fue falto de visión? ¿Fue precitado y apresurado? ¡No lo sabemos con exactitud!  Lo cierto fue que Eliseo tuvo que “intervenir” a tiempo y “exhortar” a su siervo Giezi: ”Déjala en paz…” (vr. 27) (PDT) y explicar la razón principal por el cual Giezi debía dejar tranquila y en paz a esta mujer: “…Su alma en amargura…” (vr. 27). ¿Por qué Giezi no lo discernió? “Amargura” (hb. Marar o mara): gotear, amargo, afligir amargamente, amargar, enfurecer, estar desconsolada (PDT), estar muy angustiad a (NVI). ¡La misma situación de Ana! (1 Samuel 1: 10)

II. Giezi había sido el instrumento para “acercar” a la sunamita a Eliseo: enteró al profeta que la mujer no tenía hijos (2 Reyes 4: 14), estuvo presente cuando la mujer recibió la palabra profética por boca de Eliseo de un hijo el año que viene: hasta de pronto la animó a creer la palabra (2 Reyes 4: 16, 17). Sin embargo; ahora la actitud de Giezi era totalmente contraria: “separarla del profeta” (2 Reyes 4: 27). ¡Quien lo creyera! ¡Se le abona el “celo protector” por el honor del profeta de Dios ¿pero debió “apartarla” de él estando en amargura de alma por la muerte de su hijo? Esta actitud “acelerada y precipitada” fue lo que llevó a Eliseo a darle una reprimenda a Giezie: “Déjala en Paz” (2 Reyes 4: 27)

Reflexión: descontextualizando preguntamos: ¿nos ha llamado Dios a “apartar” a la gente, al creyente del líder, de la autoridad eclesiástica, de las demás personas, inclusive de Dios e iglesia? ¿Es una actitud espiritual? ¿Se parece a Cristo? (Mateo 11: 28; 19: 13-15; 13: 16; Lucas 18: 15-17; Juan 17: 20-23; 15-19). ¡Estamos para consolar, restaurar y no para “apartarlos” de Dios ni de las personas! ¿Hoy como los separamos de los demás? Además recuerde que estamos diseñados para “ayudar” a los demás, acercarlos a nuestro Señor y llevarlos a la unidad. Cuando Pedro negó a Jesús ¿Qué hicieron los discípulos con él? ¿Lo rodearon, lo ayudaron a restaurarse o lo “apartaron” de ellos? (Hechos 12: 25; 13: 5, 13; 15: 36-41) ¡De hecho estamos llamados para restaurar! (Gálatas 6: 1, 2)

  1. Se “adelantó” al profeta Eliseo (vr. 29-31)

Analicemos los hechos en contexto:

  1. La misión de Eliseo para Giezi (vr. 29)
  2. La petición de la viuda (vr.30)
  3. La iniciativa de Eliseo (vr. 31)
  4. La precipitud de Giezi (vr. 31)
  • Se adelantó al profeta apresuradamente (NTV)
  • Llegó antes que el Eliseo
  • Llegó primero que el profeta
  • Ministró u oró al niño muerto

¿Te imaginas la ministración de Giezi? ¿Se precipitó otra vez? ¿Hubo resultado? ¿Funcionó? ¿Sucedió algo? ¿Cómo regresó a Eliseo otra vez? ¿Cómo quedó Giezi? ¿Se vio derrotado o fracasado? ¿Imagínate la decepción que tenía? ¿La frustración? ¿La vergüenza? ¿Qué pensaría la sunamita? ¿Qué diría Eliseo en el momento? ¡Recuerde que no todo está escrito en la Biblia! Lo cierto es que el relato bíblico enfatiza que Giezi tuvo que “regresar” al profeta Eliseo: manifestando la falta de resultado (vr. 31)

  • Volvió derrotado a encontrase con Eliseo: “El niño no despierta” (vr. 31)

Estas palabras de Giezi tal vez, a lo mejor, quizás, de pronto (que se yo) pudieron haber estado llenas de tristeza, vergüenza, decepción, frustración, fracaso y derrota. ¿Quién sabe? ¡Lo único cierto es que ¡NO! Pasó ni sucedió absolutamente nada! ¡Quien lo creyera!

Reflexión: descontextualizando preguntamos: ¿cuántas veces hemos actuado precipitada, ligera, acelerada y apresuradamente? ¿Nos hemos “adelantado” a Dios y pretendido llegarle primero o picarle adelante? ¿Esta debe ser la actitud? ¡Lo cierto es que debiéramos aprender a esperar el tiempo (Kairos) de Dios! ¡Los tiempos (Kairos) de Dios son perfectos! ¡Dios no se adelanta ni se atrasa, no llega antes ni después, no llega tarde ni destiempo! ¡Todo tiene su tiempo! (Génesis 17: 21; 18: 10, 14; 21: 1-3; 2 Reyes 4: 16, 17; Ester 2: 15-18; Eclesiastés 3: 1-15; 8: 5-7; Isaías 40: 2; Lucas 9: 51, 52; Hechos 16: 6-10; Romanos 13: 11; Gálatas 4: 4; Efesios 1: 10; Tito 1: 3)

¡No corramos antes de gatear! ¡Agotemos las etapas y los procesos! ¡Cuidado con las acciones precipitadas e impacientes! (Números 20: 8-12; 27: 14; Salmos 95: 8; 106: 33; Deuteronomio 32: 51). ¡Atendamos el concejo de Santiago! (1: 19). De hecho las actitudes precipitadas son faltas de paciencia y prudencia. Además evitemos los auto nombramientos, llamados (están los llamados y asomados), para ahorrarnos lágrimas, decepciones, frustraciones, burla y vergüenza. ¡Cuidado con los llamados ministeriales por emociones carnales y humanas. ¡Si Dios lo tiene en la mira su llamado llegará a tiempo! ¡No te lances antes de tiempo!

  • Buscaba y quería protagonismo

¿Cómo más podía explicarse esta actitud precipitada de adelantársele al profeta? ¿Sería que quizo aprovecharse de la cobertura o confianza del profeta para conseguirlo? ¿Lo hizo tal vez  para sorprender, llamar la atención, impresionar, llevarse los aplausos, los reconocimientos y gloria propia (por decirlo de una manera) en caso de que hubiera resucitado al niño? ¿Tal vez para también hacer su Show y espectáculo? ¿Se olvidó quien era realmente (criado, siervo)? ¿Imagínate si ese niño hubiese resucitado?

Reflexión: descontextualizando: ¡cuidado con pretender ser los protagonistas, cuando apenas somos los extras de la película! ¡El protagonista es Dios! ¡Nosotros a duras penas somos los actores secundarios! ¿Buscamos protagonismo, vitrina, aplausos, fama, renombre, show, espectáculos, reconocimientos y distinciones. ¿Buscamos protagonismo, impresionar, llamar la atención, ser vistos, agradar, satisfacer el ego? ¿No era esta la actitud de los religiosos e hipócritas en la época de Jesús? (Mateo 6: 5-8). ¡Que sea el mismo Dios quien se encargue de hacernos protagonistas, horrarnos y no nosotros mismos! ¡Él honra a los que le honran” (1 Samuel 2: 30)

  • Usó una unción prestada: el báculo de Eliseo

Giezi tal vez lo hizo todo al estilo de Eliseo y hasta su báculo (bastón) utilizó (vr. 31): ¡No fue original!  ¿Puedes imaginarte “la ministración” de Giezi, pero al estilo Eliseo? Tal vez: “Levántate en nombre del Dios de Eliseo y hasta de pronto le hecho aceite pero no sucedió absolutamente nada” (Hechos 19: 13-16). Significa entonces que Giezi va con un evangelio, un poder, una autoridad, una unción prestada y sin experiencia personal con Dios. ¡Así no funcionan las cosas! (1 Samuel 17: 38-40; Hechos 19: 13-16). Seamos originales como David cuando venció a Goliat con su propia honda y no con la armadura del rey Saúl (1 Samuel 17: 38-51). Alguien dijo: “Vuela con tus propias alas” y “Brilla con luz propia”

CONCLUSIÓN: tengamos cuidado con estas actitudes negativas para no seguir cometiendo y repitiendo los mismos errores. ¡AMÉN QUE SÍ! ¡MANOS A LA OBRA! En la próxima entrega (parte II) analizaremos lo que realmente llevó a Giezi a perder su posible legado

Autor: Garys Leandro PrediCantor

Preparado para: www.destellosdesugloria

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