Bosquejo – La gran comisión – Parte IV

¡LA GRAN COMISIÓN! (IV)

gran comisionHECHOS 8: 4-13, 26-40

INTRODUCCIÓN: a continuación estudiaremos otras “CARACTERÍSTICAS” bíblicas que el evangelista debiera tener para un ministerio bendecido, fructífero, y poderoso. Para este cometido analizaremos las CARACTERÍSTICAS que tenía Felipe el evangelista. Veámoslas:

  1.  EL MINISTERIO ERA FRUCTIFERO: LAS ALMAS (Vr. 12, 13, 36-38)

Felipe el evangelista se caracterizaba ministerialmente por que las almas se convertían y daban inmediatamente el paso de obediencia al bautismo (él mismo los bautizaba): hombres y mujeres (vr. 12), Simón el mago (vr. 13): aunque para Pedro su profesión de fe no fue genuina (vr. 19-24). ¿Y para Felipe? (vr. 13). Otro converso que también bautizó fue el etíope (vr. 36-38). ¡Tuvo muchos hijos espirituales! ¡Discípulos! ¿No es esto es lo que Cristo nos ha encomendado hacer? (Mateo 28: 18-20; Marcos 16: 15, 16)

  1. CUALQUIER LUGAR ERA PROPICIO PARA PREDICAR (Vr. 26,27)

De Samaria (vr. 5) fue a predicar a una sola persona en el desierto (vr. 36-39) y el resultado de la obediencia sin objetar palabra fue un alma para Cristo y bautizada; el etíope (vr. 36-39). A Felipe nunca se le habría ocurrido dirigirse a un camino solitario, donde había tan pocas posibilidades de hallar trabajo (evangelismo), pero Dios abre con frecuencia puertas de oportunidad a Sus ministros aun en lo más inverosímiles lugares.

Después lo vemos predicando en Azoto, luego en muchas ciudades y termina en Cesarea (20-25 años). ¡Esta debe ser la actitud de los evangelistas que entienden que la mies los necesita en todas partes y siempre! ¡Evangelistas todo terreno y no sólo de pulpito, pueblos y ciudades grandes, sino también en lugares remotos y necesitados. Además ¿qué de las cárceles, hospitales, ancianatos?

  1. SABÍA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS PARA SER GUIADO (Vr. 26- 30)

Un evangelista que quiere ser útil en las manos de Dios, llegar lejos, pasar fronteras y cumplir con el cometido debe aprender obediencia; sobre todo cuando Dios lo mueva a los lugares más remotos y solitarios. Así lo aprendemos de Felipe el evangelista: estaba predicando en Samaria y es guiado divinamente al desierto para predicarle sólo a una persona: el etíope (vr. 26-40). ¡Esa es la actitud!

  1. DEDICABA TIEMPO E INTERES A LAS ALMAS (Vr. 30-35)

Felipe el evangelista mostró su interés por el etíope preguntándole si entendía lo que leía (vr.  30-33) y después se tomó el trabajo de explicarle el pasaje bíblico que venía leyendo (vr. 34, 35) (Isaías 53: 7, 8) y luego lo bautizó (vr. 36-38). Como que se parece a ciertos evangelistas que no atienden u oran, etc., a la persona después de predicar y ministrar porque según ellos ya se pasó el tiempo de la ministración y ahora necesitan descansar. ¡Cosa tremenda!

  1.  SIEMPRE DISPUESTO A LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO (Vr. 40)

Empezó predicando en Samaria (vr. 5), luego en un lugar desierto (de Jerusalén a Gaza): 80 km de distancia (vr. 26, 27), después en Azoto (Asdod): 30 km de Gaza y 100 km de Cesarea (vr. 40a) y en todas las ciudades hasta llegar a Cesarea (ciudad gentil y capital de la provincia romana de Judea): 70 km de Azoto (vr. 40b). Aquí en Cesarea duró 20 años y un poquito más (25 años) predicando el evangelio del reino (el camino de salvación por medio de Jesucristo). ¡Era incansable en este trabajo espiritual! ¡Pasión por las almas!

  1.  ERA BIEN HOSPITALARIO (HECHOS 21: 8, 10a)

Todavía Felipe el evangelista tenía disposición de servir: en este caso específico hospedó, atendió y sirvió por algunos días a su consiervo el apóstol Pablo y su grupo misionero cuando pasaron por ahí para ir a Jerusalén por última vez. Les brindó techo, comida y todas las atenciones respectivas. Recuerde que Felipe antes de ser evangelista, predicador por los diferentes lugares donde el Señor lo llevaba fue diácono (servidor) de la iglesia en Jerusalén (Antioquía) (Hechos 6: 1-7). ¡El diácono evangelista!

Fue uno de los siete que servían a las mesas (socorro a las viudas judías de habla griega y a los pobres de la iglesia de Jerusalén), para que los apóstoles se dedicaran tiempo completo al ministerio de la Palabra de Dios (Hechos 6: 1-7). Ya él sabía lo que era servir y todavía lo seguía haciendo aunque ya era un evangelista reconocido (vr. 8, 10). Hasta el mismo Señor Jesucristo el evangelista más grande y famoso de todos los tiempos también sabía perfectamente lo que era el servicio (Mateo 20: 28; Marcos 10: 45; Lucas 20: 27; Juan 13: 1-10; 21: 9-14).

  1.   SUS HIJAS INVOLUCRADAS EN EL MINISTERIO (HECHOS 21: 9)

Tenía siete hijas profetizas (profetas) y él era evangelista: era una familia dedicada al ministerio y la obra de Dios. ¡La misma iniciativa de Josué! (24: 14, 15). ¡Que buen ejemplo a seguir! ¡Hogares completos al servicio de Dios y Su obra!

De hecho esta referencia a las hijas de Felipe el evangelista, cada una de ellas ejerciendo los dones de profecía, deja bien claro que las mujeres trajeron la Palabra de Dios por el poder del Espíritu Santo y que tal ministerio fue plenamente aceptado en la iglesia primitiva.

CONCLUSIÓN: Todas esas característicasnos ayudaran a tener y a desenvolvernos con un ministerio de evangelista exitoso, bendecido, fructífero y poderoso. ¡MANOS A LA OBRA!

Autor: Predicantor Garys Leandro

Preparado para: www.destellosdesugloria.org.com

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