¿Cuál verdad estás creyendo y siguiendo?

¿CUÁL VERDAD ESTÁS CREYENDO Y SIGUIENDO?

cual verdadHermano(a), hoy quiero hacerte una invitación especial para que tomes tu Biblia y la leas con disciplina cada día de tu vida. Los tiempos en los que estamos son duros y cada vez surgen diversas “revelaciones e interpretaciones bíblicas” que a la hora de la verdad son meramente ideologías humanas apartadas de la verdad que nos enseña la palabra de Dios.

Es triste ver la manera en que muchos creyentes están dejándose llevar por revelaciones ajenas a la palabra y lo peor de todo es que fácilmente las difunden al pueblo de Dios con la pretensión de acercarlo a Él, cuando en realidad ellos mismos están apartados de su conocimiento por poner su confianza en las interpretaciones que otras personas hacen de las sagradas escrituras, en lugar de poner su mirada en la verdad que es Jesucristo a través de su palabra, la única fuente fidedigna acerca del conocimiento y la sabiduría de Dios.

Te pido que te tomes un tiempo y reflexiones con las siguientes preguntas:

–     ¿Realmente te interesas por la lectura y la meditación en la palabra de Dios, o te llama más la atención escuchar predicas y leer libros que hacen referencia a ella?

–     ¿Cuándo predicas la palabra de Dios tu enseñanza está basada en las nuevas revelaciones que leíste en un libro o escuchaste de un predicador, o en lo que leíste y meditaste de la palabra en presencia del Señor?

–     ¿Lo que piensas, hablas y haces está regido por las revelaciones de los escritores que lees y los predicadores que escuchas, o por lo que el Espíritu Santo te enseña a través de las sagradas escrituras?

–     ¿Cuándo estás escuchando o leyendo lo que dice un siervo de Dios acerca de Él, eres redargüido verdaderamente por la revelación de la palabra a través del Espíritu Santo, o simplemente estás absorbiendo filosofías humanas incluso muchas veces fundamentadas en la réplica de una predica ya enseñada y revelada por otro predicador?

Le pido al Espíritu Santo que una vez te respondas estas preguntas con honestidad te haga caer en cuenta de lo que estás haciendo, a quién estás siguiendo, qué enseñanzas estás viviendo y difundiendo, en quién estás poniendo tus ojos y cuál verdad estás creyendo. Ahora, no estoy queriendo decir que sea malo escuchar predicas y leer libros que hagan referencia a la palabra de Dios; por supuesto que no, es más, hay enseñanzas que vale la pena retomar y compartir con otras personas porque edifican el espíritu, el alma y el cuerpo. El propósito con todo este asunto, es que te aferres a la palabra de Dios por encima de cualquier conocimiento, interpretación o revelación y que te asegures de depender en un 100% de la sabiduría y el conocimiento que sólo viene de Él y que encontrarás escrito sin ninguna añadidura u omisión en su libro sagrado.

“Esto dice el Señor: “Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, EL CAMINO JUSTO, Y ANDEN EN ÉL. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma” Jeremías 6:16 (Nueva Traducción Viviente).

Si hemos recibido a Jesucristo como Señor y Salvador debemos seguir sólo sus pasos. Arraiguémonos profundamente a Él, a su verdad y edifiquemos nuestra vida sobre Él. “No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo”. Colosenses 2:8 (Nueva Traducción Viviente).

Muchas veces al escuchar eruditos de la palabra o predicadores de la misma, caemos en el error de dejarnos deslumbrar por el conocimiento que promulgan sus labios; no permitamos que esto suceda, escudriñemos la palabra, todo lo que escuchemos y leamos referente a la misma comparémoslo con la Biblia e investiguemos su fuente y así evitaremos ser engañados y desviados del verdadero camino en el que debemos permanecer. Cuando le damos mayor credibilidad a las supuestas revelaciones que un hombre tiene acerca de la palabra de Dios y preferimos seguir ciegamente sus enseñanzas antes que lo que Dios nos indica a través de su palabra, en primer lugar estamos dando la gloria a quien no lo merece y en segundo lugar estamos viviendo de revelación prestada, lo cual nos pone en riesgo de extraviarnos del propósito real por el que fuimos creados.

Existen hombres de Dios que siempre buscan caminar en la verdad y sus enseñanzas no incluyen adiciones u omisiones que adulteran las sagradas escrituras; si necesitas dirección, primeramente busca la de Dios, no te apartes de su palabra, Él añadirá los recursos que necesitas o te pondrá en el camino a esas personas que son fieles a su palabra y que sólo enseñan la verdad que Cristo Jesús nos permite enseñar; sin embargo, recuerda que tu mirada debe estar siempre en Jesucristo y no en el hombre. “Por su gracia Él nos declaró justos y nos dio la seguridad de que vamos a heredar la vida eterna. Esta declaración es digna de confianza, y quiero que insistas en estas enseñanzas, para que todos los que confían en Dios se dediquen a hacer el bien. Estas enseñanzas son buenas y de beneficio para todos”. Tito 3:8 (Nueva Traducción Viviente).

Fíjate bien en quién estás poniendo tus ojos y tu confianza, nunca es bueno confiar más en el hombre que en Jesucristo, Él es el único camino.

“Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.

Juan 14:6 

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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