Dependientes de Dios

Dependientes de Dios

En repetidas ocasiones hemos escuchado hablar de la independencia, tal  vez la independencia de tu país, la independencia económica, familiar, etc. Hablar de independencia la mayoría de las veces es hablar de libertad, decir “yo puedo solo” o simplemente no depender de la ayuda de nadie para realizar algo.

Según Wikipedia, una persona dependiente es alguien que requiere de la ayuda, auxilio, soporte y cuidado de otra, esto quiere decir todo lo contrario a eso de valerte por ti mismo para hacer las cosas, es lo opuesto a no necesitar de alguien mas por que basta contigo mismo, la dependencia es ese sentimiento o acción de ser dirigido y sustentado por alguien.

En la vida natural es bueno ser independiente y valerse de sus propios medios para lograr algo, es bueno no tener que estar dependiendo de nadie para saber si realizaras una labor y actuar por cuenta propia para llevar el control de tu vida sin llegar a ser egoísta, es bueno tomar decisiones propias mas sin embargo, en la vida espiritual es algo totalmente diferente.

La Biblia nos enseña en varias ocasiones a ser dependientes de Dios como por ejemplo en Juan 15:5 “El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada”. (TLA), es una muestra clara de dependencia de Dios para poder ser prosperado en nuestra vida, no es posible lograr el éxito si no sabemos depender de la dirección de Dios.

Podemos hacer muchas cosas sin la ayuda de nadie incluso la de Dios, pero al momento de enfrentarnos con alguna situación inesperada, ya sea un problema o consecuencia de decisiones que tomamos en nuestra “independencia” ¿A dónde es que acudimos a buscar ayuda?, si, precisamente a Dios, y es que muchas veces queremos ser independientes porque creemos que ya somos lo suficientemente maduros y sabios para no equivocarnos y olvidamos que por mucho conocimiento que podamos tener no dejamos de ser humanos con un amplio margen de cometer errores.

Cuantas veces nos gustaría volver a ser niños, para que lo único que nos preocupara fuera completar la colección de muñecos preferidos, o salir a jugar al terminar la tarea, un niño se siente seguro porque depende de sus padres, sabe que no le faltara nada porque ellos proveerán el alimento, ropa, calzado y protección, pero como todo tiene su momento también llega el de crecer y empezar a valerse por su propio esfuerzo para suplir sus necesidades, alguna vez Jesús hizo una comparación sobre ser como niños: Entonces dijo: Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Mateo 18:5 (TLA), entre las muchas cualidades de los niños esta la humildad, el querer aprender y el sentido de dependencia porque saben que hay cosas que solos no pueden hacer, en ese sentido es la comparación, en que no olvidemos que a pesar de haber ya vivido mucho, saberlo casi todo o creer poder hacer cualquier cosa no olvidemos que necesitamos depender de Dios en todo.

Tal vez has querido entender porque cometemos tantos errores o porque a veces las cosas no salen como lo planeaste, pero hay que examinar en nuestra vida si en verdad estamos poniendo todo en manos de Dios, si dependemos de Él desde el principio nunca nos hará llegar a cometer un error de que se sufran las consecuencias, y es que depender de Él nos lleva a tomar decisiones correctas, porque permitimos que nos guie, nos enseñe y nos dirija por el camino que hay que seguir.

Dios nos da la libertad de tomar decisiones, de elegir lo que mejor pensemos y de actuar como queramos, como lo dijo el apóstol Pablo “Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo está permitido, pero no todo es constructivo”, habrá quienes en medio de su independencia tomen las decisiones que en el momento les parecieron buenas pero con el tiempo descubran que no eran lo que parecían.

Debemos enseñarnos a ser dependientes de Dios para poder lograr todo eso que tanto anhelamos, para ver buenos resultados y para poder sobrellevar las situaciones que se nos presenten, aceptar que no somos capaces de salir adelante sin Él, que necesitamos de su ayuda, de sus cuidados y sobre todo de su dirección.

Tal vez las cosas no van bien últimamente, pero aun es tiempo de dejar todo en manos de Dios, a pesar de que pudiste no haberlo tomado en cuenta desde el principio o mejor aun si apenas estas por comenzar algo en tu vida, prueba siendo dependiente de Él, eso te dará la seguridad para estar confiado en que todo está bajo control.

Autora: Maite Leija

Escrito para www.destellodesugloria.org

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