Las Cualidades de un Líder de Éxito – Parte 1

Las Cualidades De Un Líder De Éxito

Parte I

“Para que existan discípulos de éxito, deben existir líderes de éxito.”

-Juan M. Ramos

Para que haya discípulos fracasados, anémicos espiritualmente, débiles y nada comprometidos, es porque tuvieron un líder de igual forma. Cuando vemos a Pedro y a Juan en el templo la Hermosa, vemos a unos discípulos maduros, comprometidos con la obra de Dios, y fuertes espiritualmente. Podemos ver que ellos verdaderamente fueron discípulos de Cristo, estaban tan llenos del poder de Dios, que al mirar a aquél hombre que era cojo de nacimiento y que pedía limosna afuera del templo, pudieron verlo con los ojos de Dios y sintieron por él compasión como la que Cristo sintió por ellos en su momento.

“No tengo plata ni oro” dijo Pedro a este hombre que pedía limosna; “Pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hechos 3:6).

¿Qué es lo que Pedro tenía? Lo que Pedro y Juan tenían era lo que su líder les dio. Esos tres años en los que convivieron con Cristo, fueron años llenos de bendición, de enseñanzas, de ministración, de unción, de autoridad y poder, donde aprendieron cada uno de los pasos que Cristo dio aquí en la tierra.

Ahora en este momento vemos que estos discípulos estaban dando fruto, poniendo en practica todo lo que su Maestro les enseñó. Para que existan discípulos de éxito, deben tener líderes de éxito.

Si nosotros como líderes deseamos y soñamos con tener discípulos que nos ayuden a trabajar para Dios, que sean maduros, comprometidos y fuertes espiritualmente, la primer persona a la que tenemos que discipular es a nosotros mismos. No podemos pedirle a un árbol que de fruto si no lo cuidamos bien.

Yo tengo que buscar ser como Cristo, para poder llegar a tener discípulos como Juan y Pedro. Cada día que pase, yo, como líder debo entender que tengo que buscar imitar a Cristo en todo, seguir cada una de las huellas que nuestro Maestro de maestros nos dejo. Y la Biblia es el mejor libro del que nosotros podemos aprender de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

De Cristo podemos aprender cada una de las cualidades que debe tener un líder de éxito como lo fue él.

EL LÍDER DE ÉXITO SABE QUE DIOS LO HA LLAMADO CON UN PROPÓSITO.

“En los negocios de mi padre me es necesario estar” (Juan 2:49b).

Cristo aún desde los doce años, sabía que tenía un propósito por el cuál él estaba en la tierra. Aunque sus padres terrenales no entendían esto, Jesús entendía que su nacimiento no fue un accidente, ni una casualidad. Así también nosotros, tenemos que dejar que nuestro Padre celestial hable a nuestros corazones para ser sensibles a su llamado.

No fuimos un accidente, sino que Dios planeando nuestro nacimiento lo hizo con un gran propósito; el de trabajar para su obra. Aunque esto es algo que la mayoría conoce, muchos de los cristianos han cerrado su corazón a esta verdad, y es por eso que el mundo esta gobernado por líderes que están fuera de lo que a Dios le agrada.

Dios te ha llamado a ti, ¿Cómo es que puedo decir esto con gran seguridad? Simple y sencillamente, porque en Efesios 2:10 leemos que: “Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”

Abre tu corazón para esta gran verdad; Dios te ha llamado para usarte como un instrumento de bendición y que puedas ganar almas para Cristo.

EL LÍDER DE ÉXITO ES OBEDIENTE A DIOS.

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él… Jesús le dijo: deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia” (Mateo 3:13, 15).

Juan se oponía a bautizar a Jesús, pero Cristo sabía que era muy importante cumplir con cada uno de los mandamientos del Padre. Así que por sobre el argumento de Juan, Jesús prefirió la obediencia a Dios.

Un líder de éxito sabe que debe ser obediente a cada uno de los mandatos de Dios, porque a través de la obediencia viene la bendición. En Deuteronomio 28:1-14 vemos una lista de todas las bendiciones que Dios nos desea dar. “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos… vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán.” (Deuteronomio 28:1-2).

El líder también sabe que así como la obediencia desata bendición sobreabundante sobre la vida de aquél que agrada a Dios en todo, la desobediencia acarrea maldición y afecta cuatro veces más. Un ejemplo de esto los encontramos en Deuteronomio 28:15-68.

Dios nos quiere bendecir en todas las áreas de nuestras vidas, pero Dios nos bendice para bendecir, así es como podemos ver a nuestros discípulos en bendición, cuando aprendemos la importancia de la obediencia y les enseñamos este mismo principio.

Seguiremos viendo algunas cualidades que debemos buscar tener para comenzar a levantar discípulos que impacten naciones.

Autor: Juan Manuel Ramos Castro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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