¡Saltemos al Mar! – Meditaciones Cristianas

¡SALTEMOS AL MAR!

“Cuando Jacob se entero de que había alimento en Egipto, les dijo a sus hijos: ¿Qué hacen ahí parados, mirándose unos a otros? He sabido que hay alimento en Egipto. Vayan allá y compren comida para nosotros, para que no muramos, sino que podamos sobrevivir” Génesis 42:1 (NVI)

Me encantan estos versículos de la Biblia, podemos sacar una gran enseñanza de ellos. Cuenta esta historia de la Biblia, que hubo un periodo de siete años en los que hubo un gran hambre en la tierra, la cual se extendió por todos los países, pero a lo largo y a lo ancho de Egipto había alimento, porque Dios ya le había revelado esta situación a un gran siervo suyo, José, el cual acumulo alimento durante años anteriores para que el país no se muriera de hambre.

El papá de José y sus hermanos vivían lejos de Egipto, en la tierra de Canaán. Jacob sabia que en Egipto había alimento, y debían ir hasta allá a comprarlo, para comer y no morir, y es aquí donde Jacob les dice a sus hijos ¿Qué hacen ahí paraditos tan tranquilos? ¿No ven acaso que nos morimos de hambre? ¡Vayan! Vayan a comprar alimento para que no muramos.

Al leer esto e imaginarme esta situación, no puedo dejar de pensar en mi, en nosotros, los hijos de Dios, y en la gran comisión que él nos dejo.

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:19-20 (NVI)

Jesús, antes de ascender al cielo, nos dejo una tarea, el nos dijo: -¡VAYAN!- y hagan discípulos, vayan por todas las naciones predicando de mi nombre, y enseñando todo lo que yo les he enseñado a ustedes, a obedecerme; y esto no es una opción, es un mandato directo de Dios.

Jesús le dijo a Pedro: -seguime y yo te hare pescador de hombres-, y eso es lo que hoy nos está diciendo a nosotros;  a veces parece que estamos muy cómodos en nuestra posición de hijos de Dios, mirándonos todos los domingos las caras unos a otros, y nos olvidamos de que afuera hay un mundo que se está perdiendo, que se está muriendo de hambre sin Cristo.

Hay un mar rugiendo en donde están miles de personas ahogándose, hundiéndose y muriéndose de hambre, sin el pan de vida, sin el agua de vida que es Cristo; nosotros como hijos de Dios, ya estamos a salvo, en su cruz encontramos nuestra salvación y nuestro refugio, pero…

¿Vamos a seguir en esa posición, mirándonos unos a otros la cara?, Dios nunca nos desamparara, el siempre estará a nuestro lado, y en la Cruz de Cristo encontramos nuestro mayor refugio, pero Dios quiere que salgamos de esa posición de “comodidad” y nos arrojemos al mar, Dios quiere que corramos y le llevemos alimento a esas personas que están pereciendo.

El quiero que vayamos y prediquemos de su palabra, la gente necesita a Cristo, seamos valientes, y arrojémonos al mar, para que los demás puedan conocer al pan de vida, a Cristo, y no morir de hambre en lo profundo del infierno, es mi deseo que podamos reflexionar en esta verdad, y que como Jesús le dijo a Pedro, seamos pescadores de hombres, y recordemos esa hermosa promesa que él nos dejo en esta gran comisión, El estará con nosotros, hasta el fin del mundo. Amén.

“Yo soy el pan de vida, declaro Jesús. El que a mi viene nunca pasara hambre, y el que en mi cree nunca más volverá a tener sed” Juan 6:35 (NVI)

¡LLEVEMOS ESTE ALIMENTO, A AQUELLOS QUE TIENEN HAMBRE PARA QUE NO MUERAN!

Autora: Mayra Noelia Garay

Escrito para www.destellodesugloria.org

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