Saliendo de tu campamento

SALIENDO DE TU CAMPAMENTO

“Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando Su vituperio”.

Hebreos 13:13

En los tiempos de Abraham hablar de campamento era hablar de la casa, la tierra, o el origen de una persona, significaba toda su vida. Salir del campamento, entonces es salir de algo, o bien, salir de algún lugar. El mismo Abraham tuvo que experimentar la aventura que cambiaría para siempre su vida, tuvo que salir de su campamento (su familia) para conseguir lo que Dios le había prometido, es decir, la victoria, el éxito, la prosperidad; una vida distinta de la que en ese momento estaba llevando. Así pues, salir del campamento significa salir de la comodidad a los retos, salir de lo fácil a lo difícil. Es darle un giro a tu vida, es tener una nueva perspectiva, una nueva visión, no viendo lo que ya está hecho sino lo que aún hay por hacer, es dejar atrás costumbres arraigadas en nosotros, tales como la religión, o bien, la dependencia de los padres, es atreverse a emprender una nueva aventura o un nuevo proyecto que te haga distinto de todos los demás; es que dejes huella en tu caminar, que no pases desapercibido en esta vida, que dejes un legado a tus generaciones venideras, que tu le impregnes tu propio sello y estilo; recuerda que no debes imitar lo que otros hicieron, ya sean tus padres, tus hermanos o cualquiera de tus familiares, ¡¡NO!! Porque para Dios tú eres genuino, único y Él puso en ti algo especial que te hace diferente al mundo, lo que tienes que hacer es dejar lo cómodo y lo fácil; al  hombre en general no le gustan o le asustan los retos, prefiere admirar que realizar porque en la posición en que se encuentra no hay compromiso, no hay entrega. Quiero ilustrarte con este ejemplo: Un trabajador que labora 8 horas diarias cumple su horario y siente que ya cumplió con lo establecido por la ley, pero cuando su superior le pida que termine un trabajo y se quede más tiempo no le agradara y se molestara, incluso entrara en discusión, ¿crees que algún día cuando haya una promoción para ocupar un nuevo puesto le tomarán en cuenta? Por supuesto que no, ya que no hizo los méritos necesarios para hacerse acreedor de tal recompensa. Así nos pasa en la vida cristiana la mayoría de las veces y en un gran número de iglesias en que no queremos compromisos, mejor si no nos molestan o toman en cuenta, siempre tenemos un pretexto o una excusa para evadir responsabilidades.

Un principio básico del derecho dice “que la costumbre es ley”; hoy te invito mi hermano a que quebrantes esa ley en tu vida porque te está prohibiendo el conocer la verdadera libertad, la libertad de pensamiento, pero también la de acción, ¿sabes porque? Porque Dios quiere enseñarte a través de su hijo amado nuestro Señor Jesús la senda correcta, la senda de la bendición, la de la prosperidad, pero también la del sufrimiento.

Dios prometió al pueblo de Israel que sería sacado de Egipto (la comodidad) para llevarlo al desierto (las pruebas) y luego introducirlo a Canaán (la promesa), para luego convertirlo en una nación poderosa (la realización). ¿Te das cuenta mi amado cual es el plan perfecto de Dios? ¿Te cae el veinte (la idea) como decimos en México? Él quiere solo lo mejor para ti y para mí y para todos sus hijos, pero quiere que nos sacudamos la pereza y todo lo que envuelve la misma; que pases por infinidad de pruebas, con la finalidad de que seas fortalecido para hacer frente todas las circunstancias por venir en tu vida, para que lleve a cabo Su propósito maravilloso en ti. Así que mi hermano Dios te ordena hoy que abandones tu campamento, lo que ya tienes o posees por la promesa y la esperanza de lo que habrás de recibir.

Si tú quieres recibir la promesa que Dios te ha hecho, este es el momento preciso para que salgas de tu tienda y observa la supergama de probabilidades que Dios tiene preparado para ti, ¿no crees que bien vale la pena intentarlo? De hacer lo que hizo Abraham, de jugársela con Dios arriesgando todo por nada, porque él estaba convencido de que no perdía nada, por el contrario ganaba todo.

Reflexión:

La comodidad te llevará solo a un camino: el fracaso mientras que la intrepidez te Llevará al éxito”

Que la luz de sabiduría y el entendimiento brille en tu corazón hoy y siempre. Recuerda que la paciencia y la templanza forjaran tu carácter para convertirte en un triunfador. Recibe un fuerte abrazo y todas las bendiciones del reino de Dios en el nombre de Jesús. Amén

Autor: Victor Culebro

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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