Atreviendose a correr riesgos – Meditaciones

ATREVIENDOSE  A CORRER RIESGOS

“Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará a donde quiera que vayas”

Josué 1:9 NVI

En este libro Jehová le comunica a Josué que a partir de ahora él es nombrado nuevo líder del pueblo de Israel y que tiene la misión de llevarlos e introducirlos a la tierra que Dios les había prometido. El nuevo líder no se sentía capacitado para guiar a un pueblo tan numeroso, rebelde e incrédulo porque pensaba ¿Cómo le voy a hacer? Es por eso que recibe una fuerte exhortación de parte de Dios y a la vez una divina promesa. La exhortación se compone de 4 palabras tajantes:

  • Se fuerte-Resiste en las pruebas
  • Se valiente-Atrévete a correr riesgos
  • No tengas temor
  • No te desanimes

La promesa es:

  • Siempre estaré contigo (mi pacto de fidelidad)

Uno de los grandes cuestionamientos que pasaron por la mente del nuevo líder era el temor, pero el temor a fracasar en la encomienda que Dios le estaba dando, él se sentía falto de sabiduría, y de autoridad, sentía que la empresa que le estaban entregando era un reto demasiado grande para su capacidad; es por eso que el Señor le tuvo que indicar de manera imperativa lo que debería hacer para lograr el propósito ya trazado para el pueblo de Israel. Este mensaje es también para ti, ya que como humanos muchas veces no nos atrevemos a tomar decisiones importantes en la vida por el temor a fracasar y nos sentimos más cómodos no asumiendo responsabilidades ni correr riesgos. Te quiero decir que el correr riesgos es de valientes, de seres que no se conforman con lo que son o han alcanzado, no, por el contrario van por más, que no ven los obstáculos o los impedimentos, sino que ven las posibilidades de alcanzar el triunfo, que van no sumando, sino multiplicando. Es el  tipo de hombres y mujeres que no ven lo imposible, sino que para ellos todo es posible, no hay nada que los detenga para alcanzar sus objetivos; este tipo de hombres y mujeres son los que le agradan a Dios y en la biblia hay un sinnúmero de ejemplos a seguir. Te cito unos cuantos: Abraham, Moisés, Josué, David, Salomón, Débora, Abigail, Rut, Ester, María (la madre de Jesús), María Magdalena, entre otros; ¿sabes que hay de común en ellos? Algo muy sencillo: Que se atrevieron. Sí, que se atrevieron a hacer algo distinto del común del pueblo, que se atrevieron a dar el paso al frente (no hacia atrás), que se atrevieron a ser triunfadores, que se atrevieron a correr el riesgo, y sobre todo a confiar en su Creador y Salvador.

A ti mi amigo y hermano que estás leyendo este escrito te quiero decir que no tengas miedo a fracasar en el intento, porque lo peor no es que fracases, sino que ni siquiera lo intentes, ¿y sabes porque?  Porque el fracaso es la antesala o la puerta trasera del éxito. Harry Lee Allen dice lo sig. “Muchas de las personas u organizaciones más exitosas bien sea que fracasaron muchas veces, corrieron varios riesgos o ambas cosas, antes de lograrlo”

Hoy quiero hablarle a tu mente, porque ahí es donde radica el poder de decidirse o no; pero el Espíritu de Dios me da testimonio que esto va dirigido a tí, porque eres un líder y triunfador, porque estás dispuesto a jugarte el todo por el todo, que no dejarás que nadie te arrebate lo que es tuyo, que la oportunidad nuestro Dios solo se lo da a quienes están dispuestos a enfrentar retos, que su visión es amplia, amplísima, que su pensamiento está lleno de acción, que a toda pregunta le dé una respuesta, que a todo problema le vea la solución, que cuando vea opciones tome decisiones, cuando encuentre desacuerdos piense en retos y cuando vea error inmediatamente piense en corrección. Te invito a que no te sientes a ver pasar a los triunfadores, por el contrario úneteles porque tu formas parte de la nueva generación que conocerá la tierra prometida (el éxito), que sepas que Dios ya te entregó tu herencia, ahora solo falta que tú la reclames. Dile al Señor, Señor ¿Dónde firmo?

Sabías mí amado (a) que el Señor Jesús corrió un riesgo calculado cuando limpió el templo en Jerusalén,  ya que de esa manera estaba dejando asentado a los discípulos su autoridad y solo podían ocurrir dos cosas:

      I.        Que los discípulos lo respetaran y lo siguieran, o

    II.        Que lo criticaran y lo abandonaran

Él sabía perfectamente lo que ocurriría, por eso fue calculado, sin embargo corrió el riesgo y se expuso a la crítica y al vituperio. Se atrevió

Ahora tú atrévete a soñar con mentalidad de reino, pero no lo dejes solo en sueño, ejercítalo, ponlo en práctica, recuerda que hay un refrán popular que dice “El que no se atreve, no cruza el mar”. Este es el momento de tomar decisiones, de levantar el vuelo y tomar altura hasta conquistar la cima más alta e imposible para muchos, pero no para ti. Solo recuerda lo que te ORDENA DIOS:

1)    Que seas fuerte

2)    Que seas valiente

3)    Que no tengas miedo, y

4)    Que no te desanimes

Declara: Hoy tomaré la decisión más importante en mi vida, le daré un giro a mi existencia, aprovecharé las oportunidades que Dios me está dando para levantarme con el poder de su Santo Espíritu y ser un triunfador, porque mi confianza está en el Señor, ya que Él es mi escudo, mi fortaleza, mi refugio y mi torre fuerte, es quien levanta mi cabeza y me guía para alcanzar la otra orilla y demostrar al mundo que con la ayuda de Dios todo lo puedo lograr. Amén

Autor: Victor Culebro

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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