Reflexiones Cristianas – “Matasanos”

“Matasanos”

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

(1 Pedro 2:9 RV60)

En nuestro país se los denomina despectivamente “mata-sanos” a aquellos profesionales de la salud con fama de mala praxis. Es decir a aquellos médicos que con mucha frecuencia erran sus diagnósticos y a menudo se equivocan en los tratamientos que prescriben.

Sin embargo, en el terreno espiritual, muchas veces se nos escapa el detalle de que existen muchos más “matasanos” en este ámbito que en el de los profesionales de la salud. Es más: cada uno de nosotros es propenso a convertirse en un “matasano”. ¿O no te ha sucedido más de una vez que ante el planteo de una determinada situación por parte de alguien que atraviesa un difícil momento, te has quedado sin palabras y sin saber qué decir? Esto en sí mismo no es nada malo. Lo malo es articular palabra sin saber qué decir. Hablar sin la sabiduría del Espíritu. Emitir palabra sin decir nada. En pocas palabras: “tocar de oído”.

Todos quienes hemos creído, sin ser necesariamente pastores ni maestros, hemos sido llamados a ser ministros de Su Palabra desde el lugar donde nos encontramos. En nuestra familia, en el trabajo, en la comunidad; toda vez que el “real sacerdocio” del que habla la primera carta de Pedro, nos comprende a todos. Ello importa un enorme privilegio, pero como todo privilegio, también conlleva en sí una tremenda responsabilidad.

Alrededor nuestro existen personas con dolor, con dudas existenciales. Seres que se enfrentan a situaciones complejas, verdaderas encrucijadas en las que el miedo, el dolor, la duda, la angustia y por qué no decirlo, muchas veces la ignorancia; hacen estragos sobre la fe y la esperanza.

Cerca nuestro, mucho más de lo que nos es dable imaginarnos, hay semejantes que no solo luchan contra la adversidad, también se hallan directamente enfrentados con los poderes de las tinieblas (brujería, ocultismo, zodíaco, adivinación) y tal vez ni siquiera están enterados de ello. Por último, más cerca nuestro de lo que pensamos, hay personas con la salud quebrantada, no sólo la del cuerpo, sino también la del alma. A veces lo sabemos, otras no. Alguien dijo que aquellos que han sido víctimas de terribles abusos, y cuyas almas están quebrantadas desde hace mucho tiempo, son los mejores “actores”. No digo esto en un sentido mentiroso, sino que tienden a negar o rechazar su dolor y uno los ve como si nada les pasara. “La procesión va por dentro” decimos los argentinos.

Amad@: estas palabras tal vez sean tremendistas. Tal vez no es el devocional casi poético, con bonitas y edulcoradas palabras que esperabas leer hoy. Pero Dios hoy está hablando a tu corazón. Esa es la realidad con la que debemos aprender a luchar como ministros de la Palabra, como sal de la tierra, como luz del mundo.

Como ministros de Dios, como Real Sacerdocio; la invocación a Dios a través de la oración sincera por Visión, Ciencia y Sabiduría no nos debe faltar nunca.

…el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.

(2 Corintios 3:6 RV60)

Autor: Luis Caccia Guerra

Escrito para www.devocionaldiario.com

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