Columna y Baluarte de la Verdad – Reflexiones Cristianas

“COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD”

Muchas veces, de forma equivocada, decimos que la Iglesia es un edificio construido hecho quizás de madera o ladrillos. Pero la Iglesia, según nos dice el apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo capitulo 3 y verso 15 es: columna y baluarte de la verdad. Este no es un término escogido por Pablo al azar ni por accidente; por el contrario con toda la intención para trasmitir el mayor compromiso que tiene la Iglesia con la Sociedad actual.

Leyendo las noticias y viendo los medios de comunicación nos damos cuenta de un hecho que está sucediendo a grande escala: las columnas se están agrietando, nuestra sociedad se sigue deteriorando. Muchos posiblemente dirán: son señales de los últimos tiempos, otros quizás indiferentes pensaran que la problemática esta en los gobernantes. La Biblia nos dice en el Salmo 11:3 dice “Si fueran destruidos los cimientos ¿Qué ha de hacer el justo?” Recalcando que aquellos que le servimos a Dios también pertenecemos a esta sociedad y a la postre también recibiremos los embates de la desmoralización de esta generación.

La sociedad se deteriora: caos, crisis, corrupción, robos, homosexualidad, secuestros, homicidios, hogares disueltos, genocidios Estamos en un momento crítico en nuestra nación. El matrimonio ya parece una cosa anticuada: la gente no quiere casarse, se juntan y viven “en pareja”. La esperanza de este mundo: la iglesia. Dios nos llama a asumir nuestra responsabilidad como la columna que sostiene la verdad en la Sociedad. Ante este avance, ¿qué ha de hacer la iglesia? Vamos a los cultos todas las noches y oramos, damos testimonio y seguimos orando. ¿Habrá algo más que hacer?

Tenemos que comenzar a tomar nuestro lugar como iglesia, con un respaldo total del Señor y sus recursos del cielo. Luego que tomemos identidad, lo próximo seria comenzar a seguir las instrucciones bíblicas para esta debacle moral que atraviesa esta humanidad.

2ª Timoteo cap. 4 1-5: La Iglesia está llamada a enseñar, no solo a los miembros de la congregación, sino también a la Sociedad. Hay que enseñar la Ley de Dios. Deberíamos invadir todos los medios de comunicación: radio, prensa, televisión con anuncios que lleven la verdad de Dios a todo el mundo. Nuestros jóvenes creen que porque todos lo hacen, está bien. Nuestra sociedad confunde lo común con lo normal, y creen que lo normal es lo común. Los jóvenes cometen fornicación y creen que es normal. ¿Quién le va a enseñar que eso es anormal? La iglesia. Hemos sido llamados a enseñar la doctrina bíblica los hombres, tenemos por lo tanto no sólo el derecho, sino también la obligación de enseñar los principios que deben regir la vida en sociedad.

Quiera Dios que esta reflexión nos lleve a ser tomar medidas con enfoque a fomentar la manera y la forma en que podemos ser más efectivos en la propagación de este bendito evangelio para beneficio de una sociedad que perece por falta del conocimiento de Dios.

Autora: Lucy Carmona

Escrito para www.devocionaldiario.com

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